El gobierno de Veracruz le apuesta al olvido.
Como bien escribió David Penchyna Grub este lunes en La Jornada, “la atención mediática es fugaz y propensa a olvidarse”.
El abogado hidalguense, titular del Infonavit en la administración de Enrique Peña Nieto hizo notar que “hoy, lugares como Poza Rica, Huauchinango o Huehuetla, entre otras, ya no copan las primeras planas, que hoy regresan a la coyuntura. Sin embargo, la catástrofe latente que dejaron a su paso los recientes fenómenos climatológicos en las sierras y Huastecas del norte de Veracruz, Puebla e Hidalgo permanece, constituyendo una herida profunda en el tejido social y la infraestructura”.
Este lunes la gobernadora de Veracruz jugó a “la noticia buena y la noticia mala”. Anunció que se van a destinar ¡ocho mil millones de pesos!, para la recuperación de las zonas dañadas por las inundaciones, en el norte de la entidad, aunque también aclaró que eso será hasta el próximo año. Ya están en el papel (proyecto de presupuesto para el 2026) pero falta que se materialicen.
Al fin y al cabo, “el dinero no es el problema”.
Ese recurso, según la gobernadora, tiene como fin la recuperación de la infraestructura, lo que -con cálculos someros- luce como “muy poco”.
Y mientras eso se materializa, los damnificados empiezan a sentir el peso del olvido. Ya pasó la emergencia, ya las “selfies” no tienen el mismo impacto y, por lo tanto, ya no es redituable llenarse los zapatos de lodo.
Este lunes, vecinos de las colonias Gaviotas, Independencia y La Rueda en Poza Rica, bloquearon el bulevar Adolfo Ruiz Cortines para reclamar apoyo, pues aseguran que siguen sin poder regresar a sus hogares.
No tienen agua potable, no funciona el drenaje y sus casas siguen cubiertas de lodo y basura. Los primeros días llegaron hasta esas colonias los elementos del Ejército Mexicano, pero el apoyo fue insuficiente.
“No podemos regresar a nuestras casas porque no hay manera, el drenaje está tapado, las calles llenas de lodo y no hay agua. Vivimos como si la tragedia hubiera pasado ayer”, dijeron.
Y estamos hablando de la zona urbana, la cabecera municipal. Hay aún miles de familias aisladas en comunidades que no han recibido ayuda. La emergencia no ha concluido, pero a las autoridades de Veracruz ya no les urge. Para la presidente Claudia Sheinbaum, el rescate de las zonas siniestradas por las inundaciones ya no fue tema en su conferencia de prensa. Hay otros asuntos que hoy le quitan el sueño, como la violencia de las organizaciones criminales, casualmente las mismas que controlan el norte de Veracruz.
La emergencia no ha pasado y es importante que todos nos hagamos cargo de recordárselo a nuestras autoridades.
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Epílogo.
El abogado penalista Tomás Mundo Arriasa retomó un tema que han ido soslayando nuestras autoridades: separar a la Dirección de Servicios Periciales de la Fiscalía General y dotarla de autonomía para que sus dictámenes no estén supeditados a una tendencia dictada desde las altas esferas políticas. *** El jurista recordó que hay una sentencia internacional que plantea la importancia de separar esas dos instancias: “Desde 2022 la Corte Interamericana de Derechos Humanos recomendó a México en el caso Digna Ochoa que se independizaran los Servicios Periciales de las fiscalías. ¿Por qué? Porque hoy los Servicios Periciales dependen de la Fiscalía y hace los dictámenes a la carta”. *** Esa es una de las razones por las que Veracruz presenta hasta un 98 por ciento de impunidad, ya que no se le brinda acceso a la justicia a la víctima, ni se condena a los responsables. *** “´Se elaboran dictámenes periciales que muchas, muchísimas de las veces carecen de la cientificidad respectiva para hacer valer con eficacia el debido proceso en un juicio”, dijo.
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