A raíz de la investigación de Carmen Aristegui y su equipo de periodistas, la Universidad Panamericana a tomado notoriedad internacional, porque muy pocos sabíamos que existía, mucho menos que en ella había estudiado el presidente Enrique Peña Nieto, con los grandes detalles de su tesis, que hoy no son motivo de esta reflexión, porque la idea es mostrar parte del perfil de estas instituciones, que en la etapa de bachillerato o licenciatura, forman a los cuadros que hoy dirigen al país, con honda raigambre conservadora. Y justo esa inquietud nos lleva a saber que tanto en Xalapa, como en el puerto de Veracruz, ésta Universidad tiene sendas ramificaciones, extensiones de la iglesia católica, misma que ha visto en la educación un nicho para hacer negocios, y vivir sin contrariedades económicas, porque ha encontrado el hilo de la madeja, para existir sin pagar impuestos. Esta es la connivencia que en días pasados vimos en las ocho columnas de los rotativos del estado, cuando Javier Duarte de Ochoa, junto a Hipólito Reyes Larios, Obispo de Jalapa, festejaban las modificaciones al artículo cuarto constitucional, que criminaliza el aborto en las mujeres. En sentido contrario, el Tribunal Estatal Electoral, ha ordenado al Organismo Público Local Electoral, iniciar un proceso para sancionar a varios miembros de la iglesia católica, entre ellos el obispo de Veracruz, Luis Felipe Gallardo Martin del Campo, y a Reyes Larios, porque incitaron a votar en contra la reforma anti-aborto, y también por el llamado a votar por sus partidos y candidatos, no siempre de manera subliminal.
De la Universidad Panamericana, Campus Ciudad de México (existen sedes en Aguascalientes, Guadalajara y Veracruz), dice al texto que cuenta con Capellanía, que ofrece el servicio oratorio, abierto de las 7.45 am, a las 21 pm, y también realiza la celebración de la santa misa de lunes a viernes a las 8.45 de la mañana. El primer viernes de cada mes, celebra la adoración eucarística de 9.15 a 13.30, pero como parte de los “objetivos institucionales”, está a disposición de los alumnos el confesionario, “que te ayudaran a encontrar la paz espiritual y la ayuda para el desarrollo de tu vida cristiana”, por lo que pone a su disposición una lista de sacerdotes, y un número telefónico con extensión correspondiente; asimismo ofrece a la comunidad otros servicios como la catequesis, bautismos, matrimonios, penitencia, confirmación, y celebraciones especiales durante todo el año. La propaganda afirma que la Universidad es de filiación cristiana, y que la formación espiritual está a cargo de la mitra del Opus Dei, mismo que fue fundado por el sacerdote español Josemaría Escribá de Balaguer, en 1928.
Esta organización católica nace con una clara identificación opresiva, pero es con el dictador Francisco Franco, que España gobierna con varios ministros del Opus Dei, situación por la que atribuyen su crecimiento, que se supone hoy está asentada en más de 80 países, con más de 2100 sacerdotes, así como con casi 100 mil miembros laicos. El perfil conservador mostrado por sus integrantes, no solo es en la vida social y política, sino también al interior de la misma Iglesia, sobre todo con respecto a otras órdenes, por ejemplo los Jesuitas, porque mientras éstos magnifican un evangelio a favor de los más desfavorecidos, los opusdeístas han caminado siempre de la mano de las élites sociales y económicas. En los noventas, varios sacerdotes renunciaron a esa colectividad (red de Alerta sobre el Opus Dei), por considerar que durante su estancia, fue lesionada su visión bíblica, pero también agredidos en sus personas, al ser obligados a realizar afiliaciones forzosas de gente muy humilde, en particular de mujeres, para que sirvieran en las comunidades de sacerdotes, sin percibir remuneración alguna. “Explotación sexista”, dirían algunos ex miembros. Elitista y sectarios, afectos a realizar campañas altruistas (tipo el Teletón), que disfrazan de ayuda para reproducir su ideología, que los conduce a incrementar el universo de pertenencias para obtener más poder y dinero. Similar a los Legionarios de Cristo, el Opus Dei, es una cofradía católica que está en contra del aborto, el divorcio, el uso de los condones, y los derechos de la comunidad lésbico-geys.
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El sacerdote Escribá de Balaguer, nunca oculto su simpatía por Hitler, como tampoco por Pinochet, que unos meses después del golpe militar contra Salvador Allende, visitó Chile para apoyar a la dictadura, que victimaría a cientos de miles de chilenos. Apenas en 2009, en Honduras el sacerdote Oscar Rodríguez apuntalaría el derrocamiento de Manuel Zelaya, para impulsar a Roberto Michelena, y luego cederle la estafeta a otro conservador, Porfirio Lobo. Todos ellos forman parte del Opus Dei. De manera nada sigilosa, muchas universidades privadas, (ITAM, Tecnológico de Monterrey), dominan el poder público, marcando la dirección por donde el gobierno deben transitar, que encubiertas, lo que realmente buscan es colocar personeros y regímenes conservadores, para apoderarse de las riquezas regionales, por ello promulgan reformas privatizadoras, como la energética. Peña Nieto, es hoy el representante de esas universidades y fuerzas retardatarias en México, titulado indecorosamente, según el reportaje de Carmen Aristegui.
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