La gran ventaja que tienen los teléfonos móviles y las redes sociales es que ponen frente a nuestros ojos realidades viejas y muy conocidas, pero una vez en Youtube ya no podemos ignorar. Es el caso de #ladylibros, la presidenta de la sociedad de padres de familia de la escuela primaria Leona Vicario, de Tlapacoyan, municipio de Santiago Tuxtla en Veracruz, a quien se grabó retirándole los libros de texto gratuitos a los alumnos que no habían cubierto la cuota de mantenimiento.
La mujer fue grabada por el maestro Conrado Morinchel Baxin, quien le pide en repetidas ocasiones que les deje los libros a los niños. La mujer lo ignora y no sólo les quita los libros a algunos alumnos sino hace el intento de llevarse la pila de libros que probablemente en ese momento estaba distribuyendo el maestro. Una vez en las redes, el video se volvió viral y ante la ola de protestas las autoridades educativas de Veracruz tomaron el caso para “investigarlo”.
Representantes de la Dirección General de Educación Primaria y de la Dirección Jurídica de la dependencia se trasladaron a la escuela para levantar el acta correspondiente y “aplicar las sanciones” que procedan informó la dependencia. ¿Por qué las comillas? Porque la Secretaría de Educación de Veracruz sabe perfectamente que en prácticamente todas las escuelas se les pide a los padres de familia una cuota que recibe diferentes nombres: de inscripción, para materiales didácticos, de mantenimiento o aportación voluntaria que es todo, menos voluntaria. El personal completo de Educación Básica y el del área jurídica no alcanzarían para “investigar” cada escuela donde se cobran esas cuotas.
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Lo único que varía es el mecanismo para hacerlo. Por ejemplo, en la primaria de la #ladylibros, la directora eligió delegar la tarea de cobrar, como hacen muchas más, ni siquiera a la sociedad de padres de familia sino a la presidenta. Una vez que se hace el cobro, la persona encargada de la recaudación lo entrega a la dirección de la escuela y esta decide cómo se gasta ese dinero. Con este procedimiento los directores intentan evitar las quejas constantes de los padres a los que se les obliga a aportar una determinada cantidad, aunque la educación sea “gratuita”.
Es cierto que la mujer que se observa en el video se comportó de manera muy abusiva, pero especialmente se enfrentó a un maestro que puso por encima el interés de los niños y tenía un celular en la mano. Que la ira contra la actuación de esa madre de familia no desvíe la atención sobre el hecho de que la responsabilidad recae en las autoridades de la escuela y en las autoridades estatales, pues las primeras ordenan el cobro y las segundas se hacen de la vista gorda.
Se puede pensar que el abuso se produjo porque se trata de una escuela ubicada en uno de los municipios con menores índices de desarrollo. En 2010, 70% de los trabajadores de Santiago Tuxtla ganaban menos de dos salarios mínimos, 26% de la población era analfabeta y el municipio se reportaba con crecimiento estancado. Desafortunadamente no es así, la práctica de cobrar ocurre en todos lados. En las escuelas de la periferia de Xalapa no sólo se cobra la cuota obligatoria sino se exige a los padres la “faena” que consiste en ir un día al mes a trabajar en la limpieza y reparación de las escuelas. Muchos padres de familia no quieren ir porque significa ausentarse un día de sus trabajos y dejar de ganar los ya exiguos recursos con los que pueden sostener a sus familias, pero si no van a la faena deben dar una cuota de entre 80 y 150 pesos, lo cual es un descalabro en su economía pues a veces no logran ganar ni para pagar su ausencia en la escuela. Los padres, aun sin recursos, prefieren pagar porque hay escuelas donde los presionan publicando una lista con los nombres de los niños y los padres que no han pagado.
En el caso dado a conocer de la escuela Leona Vicario trascendió además que el maestro que hizo esa denuncia pública había sido detenido porque la madre de familia a la que se ve quitando los libros había hecho una denuncia penal contra el maestro por acoso. Las autoridades desmintieron el hecho, pero una persona cercana al área jurídica de la SEV me lo confirmó. Esto sí sería, como dice un amigo, parecido a una comedia del Gordo y el Flaco y un hecho vergonzoso, todavía más, en la de por sí bizarra impartición de justicia que se vive en Veracruz. Aun en el caso de que la mujer hubiera presentado la denuncia, lo menos que pudieron haber hecho las autoridades era ofrecerle apoyo jurídico e institucional al maestro. ¿Cómo entra la conducta del maestro en el nuevo modelo educativo?, ¿es competente o incompetente?, ¿tomará el INEE este ejemplo para incluirlo en la evaluación?, ¿cuál sería la conducta pertinente según la institución evaluadora?, ¿cobrar es parte de la Reforma Educativa?, ¿la práctica de hacerlo continuará una vez que #ladylibros deje de ser trending topic?, ¿o ya lo es y sólo hay que cuidar que no haya denuncias? y lo más importante, ¿las autoridades dejarán de simular que prohíben el cobro de cuotas en las escuelas?
Pobre Leona Vicario, ¡si viera lo que se hace en lugares que llevan su nombre!
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