La reconstrucción del estado de Veracruz después de 87 años de priísmo, será muy compleja para un gobierno de dos años. No existe la certeza y ni tampoco existe la seguridad que el gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares logre reconstruirlo en su totalidad; pero la esperanza siempre prevalece y más cuando desde la toma de protesta el ya gobernador constitucional anunció que se habían recuperado varias propiedades del hoy prófugo de la justicia, Javier Duarte de Ochoa y con ello, recaudado  la importante cantidad de mil 250 millones de pesos la cual será canalizada en beneficio de centros de salud en zonas marginadas, los cuales pretende que tengan el 90 por ciento de abasto de medicamentos.

Se sabe que para recaudar fondos, el gobierno del estado procederá a subastar las propiedades que les fueron incautadas al ex gobernador y a su suegro. Es decir, los empresarios adinerados y que no destruyó Duarte de Ochoa, podrán romper “el cochinito” y con ello, lograr adquirir, ya sea un “ranchito” o una pintura que este individuo adquirió con recursos del erario público.

Cinco días y contando lleva Miguel  Ángel Yunes Linares gobernando y advierte que su gobierno no descansará –sábados y domingos los empleará en los próximos dos años- para lograr verdaderamente reconstruir a la entidad luego de 12 años de devastación ejercida por parte de Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte de Ochoa, sin olvidarse de quien inició a endeudar el estado, fue Miguel Alemán Velasco.

Un esfuerzo titánico y que esperemos por el bien de todos, cumpla a cabalidad con las promesas que realizó en campaña. Indudablemente para llevar a “buen puerto” el rescate de Veracruz, el hoy gobernador constitucional al parecer ha tenido que hacer pacto con los “demonios” para trabajar con la celeridad que él requiere y políticamente hablando, con ello, prepararle el terreno para que su primogénito sea el próximo gobernador del estado de Veracruz.

Es decir, habrá incautaciones de los prósperos, pero al parecer no existirá ni un solo encarcelamiento de estos. Lo vimos en el “amarre” [o si quiere llamarle “transición”, ya es cosa de cada quien] que realizó Miguel Ángel Yunes Linares con Luis Ángel Bravo Contreras, que sin pena ni gloria salió de la Fiscalía General del Estado (FGE) tan tranquilo y argumentando que él no andará de “salto de mata” como su “jefe político”. Un sujeto  que provocó tanto dolor a muchas familias no tan sólo de desaparecidos o asesinados, sino de aquellos a  los que les fabricó pruebas para con ello, desviar las investigaciones en contra de los verdaderos asesinos o delincuentes asentados en el estado de Veracruz. Un hombre que no tan sólo depredó en la dependencia en su cargo sino que actuaba como un verdadero Caín, al utilizar la ley a su conveniencia. Nada de ese dolor sirvió para que el actual gobierno procediera en su contra. En donde está la retahíla “Ni olvido, no perdono, no amnistía”.

La entrega el pasado sábado 03 de diciembre del año en curso de la medalla “Adolfo Ruiz Cortines” en el Congreso del Estado a 11 colectivos de familiares de personas desaparecidas por su lucha, por la promoción de la cultura y el esfuerzo en la búsqueda, se convierte en un gran detalle [sólo eso, porque no les resuelve aun nada] por parte del grupo parlamentario hacia estos grupos que jamás lograron un acercamiento con el gobierno de Javier Duarte. Pero tampoco representa ni un grato recuerdo para ellas y ellos. El ver colgada dicha medalla en algún espacio importante de sus hogares, simboliza el recuerdo triste de la pérdida de ese ser querido el cual tienen algunos hasta ocho años de haber sido secuestrado o levantado.

Indudablemente los colectivos, hubieran esperado acciones más concretas y contundentes en contra de Luis Ángel Bravo Contreras, que se burló en miles de ocasiones de las familias de personas desaparecidas, las ofendió y despreció con sus malas y negligentes acciones.

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