Es así como el machismo a ultranza, el derecho a la pureza racial, la defensa de valores como la pertenencia que rechaza a los extraños o a los inmigrantes comenzaron a reclamar un espacio y a tener notoriedad en las redes sociales con discursos provocadores y afirmaciones incendiarias. Los promotores de la derecha alternativa argumentan su derecho a expresar sus ideas libremente y en las redes lo hacen utilizando una gran cantidad de chistes y memes que les acarrean adeptos. Esta es una forma fácil de ganar seguidores porque se hacen afirmaciones que parecen graciosas o se plantean de una forma tan ramplona o con una lógica tan primitiva que resultan difíciles de rebatir en el mismo lenguaje que utilizan las redes. El diario digital Breitbart News ha sido uno de los foros favoritos, el diario era dirigido por Steve Bannon, actual estratega jefe de la Casa Blanca y asesor de Donald Trump. Dejó la dirección de Breitbart cuando se sumó a la campaña del ahora mandatario estadounidense y en su lugar, como editor, quedó un joven ultraderechista muy polémico llamado Milo Yiannopoulos, quien se volvió promotor activo de Trump durante su campaña.
Los discursos en extremo políticamente incorrectos de Yiannopoulos convocan a muchos jóvenes que disfrutan de las afirmaciones del joven griego-británico. Muchas de sus presentaciones para apoyar a Trump fueron un éxito; en las redes se pueden encontrar sus discursos y confirmar por qué gana adeptos. Pero no en todos lados es bien recibido. A inicios de febrero debió cancelar una presentación en la Universidad de California por las protestas que rechazaban su presencia en el recinto universitario. Trump lo apoyó con una amenaza a la universidad. Escribió en su cuenta de Twitter “Si la universidad no permite la libertad de expresión y practica violencia sobre personas inocentes con un punto de vista diferente ¿no habrá fondos federales?”.
Yiannopoulos, que ha afirmado ser homosexual por culpa de las mujeres feministas o se ha presentado con una pancarta pidiendo a Trump deportar a las personas gordas y a quien Twitter le cerró su cuenta por escribir ofensas constantes hacia la actriz Leslie Jones, ha protagonizado un episodio que incluso sus compañeros de la ultraderecha consideran un exceso: justificó la pedofilia en un video que se consideró sumamente ofensivo–siendo él mismo víctima de abuso sexual por parte de un sacerdote– y además de justificar las relaciones sexuales entre adultos y menores, señaló que él “no daría tan buen sexo oral si no fuera por el padre Michael” (su victimario). Trump y muchos de sus allegados están intentando deslindarse de la figura de Yiannopoulos y por lo pronto ya le fue retirada la invitación a un evento donde estaría Trump y tuvo que renunciar a su puesto en el diario Breitbart.
El joven ultraderechista es quizá sólo una parte del anecdotario, lo cierto es que el discurso de la derecha alternativa se ha apoderado de la administración Trump, lo cual explica su política aislacionista, sus roces constantes con países y personajes debido a temas que se creían superados como el clasismo, el desprecio a los migrantes y a las mujeres. Es con esa derecha ultraconservadora, discriminadora e irracional con la que tendremos que lidiar los siguientes cuatro años, por eso el panorama se ve tan sombrío.
Para colmo, con esas muestras, abundantes ya, que ha dado la administración Trump, el ejemplo parece cundir. Recién estrenado el gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares en Veracruz, el director de Servicios Generales de la Secretaría de Educación estatal emitió un oficio en el que pedía a las mujeres vestir con decoro. Hace pocos días un funcionario de telesecundarias de la SEP en Puebla publicó en su cuenta de Facebook sobre los voladores de Papantla: “Hagamos Patria y exterminémoslos; ellos sólo viven de nuestros impuestos sin aportar nada, son unos chupasangre”. La única buena noticia es que ambos fueron cesados.
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