Lamentable, hay que aceptar que nuestra clase gobernante no tienen vergüenza, a pesar de los señalamientos en su contra en el desempeño de sus funciones, escalan puestos de elección popular o continúan en la actividad pública. Tal es el caso de los colaboradores de las áreas de educación y salud, que en tiempos del C. gobernador Patricio Chirinos negociaron con los pies la descentralización federal de los rubros antes mencionados, conforme al estudio que realizó la Secretaria de Hacienda y Crédito Público (SHCP) con el título “Diagnóstico Integral de la Situación Actual de las Haciendas Públicas Estatales y Municipales” con fecha de 15 de agosto de 2003. Señala para el caso que hoy nos ocupa un trato inequitativo de la federación para Veracruz en el Fondo de Aportaciones para la Educación Básica y Normal (FAEB) que se implementó 1997. En términos per cápita por alumno estamos muy abajo de la media nacional, situación que se trató atemperar con reforma fiscal del año 2007, modificando la fórmula de distribución del FAEB, que incorpora el tamaño de la matrícula y la calidad educativa, con este último factor la federación trata de incentivar el desempeño de los estados en el gasto. Sin embargo, como del dominio del público, de acuerdo con las observaciones de la Auditoria Superior de la Federación, el gobierno estatal en el periodo 2007-2016, utilizó de manera irregular los recursos federales etiquetados para educación, situación que llego a grados superlativos en la administración estatal de Javier Duarte. La ineficiencia, colusión con sindicatos, simulación y corrupción presentes.
Por lo antes mencionado, sirva para explicarnos, los principales factores que contribuyeron al incremento porcentual de la población veracruzana con rezago educativo en el periodo 2010-2015, de acuerdo con el CONEVAL en el estudio citado en la anterior colaboración. En este tenor, también es la misma historia de la población analfabeta -aproximadamente 548 mil 927, para el año 2015-, misma que representa el 9.2 por ciento, respecto a la población mayor de 15 años. Con esta cifra nos ubicamos en el lugar 29, solo arriba de Chiapas (14.8%), Guerrero (13.6%) y Oaxaca (13.3%), entidades federativas que están reduciendo a mayor velocidad que nosotros el analfabetismo. Puebla, Michoacán e Hidalgo, en el año 2000, tenían tasas similares o peores de población analfabeta que Veracruz, en el 2015, ocupan puestos arriba de nuestro estado. La razón de esta realidad es que los recursos federales durante las administraciones de Miguel Alemán, Fidel Herrera y Duarte, fueron saqueados y el abatimiento de este fenómeno social que aún prevalece en pleno siglo XXI, fue pura simulación, las metas alcanzadas eran inventos. Las cifras de INEGI no mienten.
Afortunadamente cada vez más surgen voces de la sociedad civil que de manera propositiva denuncian los actos de los malos gobiernos, con documentos que elaboran profesionales expertos en la materia, tal es caso de la organización “Mexicanos Primero” cuyas metas son, cito textualmente: “diagnosticar, exigir y proponer. Buscamos que el sistema educativo nacional sea conducido cada vez menos por la vía de suposiciones, ocurrencias, ambiciones o dictados ideológicos, y cada vez más por la fuerza del mejor argumento”. Pues bien, en su investigación recién publicada denominada “Índice de Cumplimiento de la Responsabilidad Educativa” (ICRE-E 2016), coloca a Veracruz en el lugar 29, solo arriba de Michoacán, Oaxaca y Chiapas. Para sorpresa nos superó Guerrero. Las peores calificaciones del ICRE-E 2016, las encontramos en los factores denominados Relaciones y Procesos, Condiciones Materiales y Sistemas de Apoyo. Con esto queremos decir que salimos reprobados por responsabilidad directa de nuestras autoridades educativas, que se olvidaron de cumplir con su obligación, a sabiendas que la principal variable de competitividad estatal es la educación, que la mayoría de los expertos la entiende como el motor de desarrollo de los países. Repito basta del abuso –cierto subsecretario tenía 10 jóvenes para su servicio particular-, saqueo y simulación. Veracruz merece mejor suerte. |