En el actual gobierno estatal se privilegia el gasto corriente, en contra del capital. A pesar de existir techo financiero para obra pública, el gasto devengado por las diferentes dependencias observan considerables retrasos en el ejercicio del recurso. Por otro lado, los sueldos y salarios de los ejecutivos se incrementaron. Que siga la fiesta electoral.
Tal es realidad que presenta el Segundo Informe Trimestral del Gasto Público correspondiente al ejercicio fiscal con corte a junio 2017, del gobierno estatal. Y claro los efectos no se hacen esperar, la economía veracruzana atraviesa por una crisis inédita. Incrementó de la pobreza laboral en el segundo trimestre del 2017 (3.11 por ciento). Desplome de empleo formal IMSS (enero-julio menos 14 mil 490).
Si estos datos anteriores no fueran suficientes, la locomotora de la economía, que es la industria de la construcción presenta un panorama desolador, tal como se advierte en las cifras que presenta Encuesta Nacional de Empresas Constructoras a junio 2017, se perdieron 21 mil 495 plazas de personal ocupado, respecto a su similar 2013 (43 por ciento menos). Cuatro años consecutivos de crisis, y con ello la demanda que genera esta industria que requiere del resto de las actividades, tales como madera, vidrio, acero, pintura, aluminio, maquinaria, cemento, entre otros. Veracruz fábrica de pobres, los constructores buscan refugio en otras entidades. Estamos peor que con Fidel y Duarte, que ya es decir mucho. |