De lo mucho que revela la deteriorada situación económica, según INEGI, destaca que de diciembre de 2016, al de 2017, en un año bajaron los empleadores en más del 10%. Pasaron de 149,919 a 134,162, esto es 15,747 menos creadores, sostenedores y fomentadores de fuentes de empleo formal.
Además, se pierden o esporádicamente crecen muy poco, los empleos formales, pero aumenta subempleo; y la informalidad, llega ya a una tasa de casi 69%. O sea casi 7 de cada 10 de la población ocupada. Estamos hablando de casi 2 millones 145 mil veracruzanos. ¿Dónde está el gobierno?
Es más, en cuanto a ingresos, la situación es crítica, ya que 7 de cada 10 trabajadores empleados, no ganan más de 3 salarios mínimos. Van de $2,600 a $7,800. ¿Les alcanza para adquirir la canasta básica para su familia?
Además, continua el empobrecimiento pues disminuyeron en 51%, los que ganan más de 5 salarios mínimos; o sea más de la mitad, al pasar de 133 mil trabajadores en 2016, a 88 mil en 2017.
También disminuyeron los que ganan de 2 a 3 salarios minimos, pasando de 508 mil a 460 mil.
Se incrementaron los que ganan hasta 1; y los obtienen de 1 hasta 2 salarios.
Por si fuera poco, para principios de 2018, más de 2.3 millones de la población ocupada, 74.5% no tiene acceso a las instituciones de salud,
Solo parte de lo ampliamente notorio: los gobiernos no atienden bien lo importante.
ENFRENTAR Y RESOLVER.
Ante mas de lo mismo y de los mismos, abundan, persisten y crecen errores y pérdidas, así como desatenciones, retrasos, fracasos y rezagos sociales.
Abruman ineptitud y corrupción, perversidad y mediocridad, frente a los contados logros y avances.
Entretenimiento y distracción, simulación y encubrimiento. Ineficiencia y delincuencia. Esto y más caracteriza a parásitos, depredadores y saqueadores de los recursos públicos e instituciones.
Continuidad de la impunidad que protege y recicla a muchos que no son servidores públicos, ni funcionarios, y mucho menos gobernantes, porque desgobiernan.
Millones y millones de seres humanos sumidos en la inseguridad creciente y víctimas de empobrecimiento y hambre en aumento.
Inconformidad y hartazgo social justificados, se manifiestan de muchas formas. Desobediencia y resistencia civil son ya, en muchos casos, respuesta obligada ante la falta de atención y respuestas pertinentes e incluyentes, que no hacen gobernantes y políticos, instituciones y dependencias oficiales.
El colmo es exigir a los sacrificados, a las víctimas que agradezcan y hasta reconozcan, respalden o voten, por quienes los tienen y mantienen en condiciones de miseria y desesperanza.
Nadie está obligado a hacer lo imposible; ni aceptar que se le condene al sacrificio extremo; o a quedarse callado, resignado y quietecito.
Ni esclavos, ni siervos.
Preciso recordar, que en el fracaso y en el error, siempre hay lugar; que las condiciones serán diferentes si se tiene presente que los problemas no se resuelven solos; que los males persisten y aumentan si el poder público, no reacciona bien y a tiempo; y sobre todo, si ciudadanía y sociedad, si población en general no reaccionan.
Urgente pasar de la pasividad al activismo, para evitar, incuantificables pérdidas y daños, sufrimientos y sacrificios humanos.
DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL…Y UNIVERSITARIA.
A propósito del tema, considero oportuno hacer extensivas algunas reflexiones al respecto, mencionadas en el Segundo Congreso de Urbanismo de Xalapa, constituido como un foro público de libertades, diálogo, debate y participación responsables.
Tener presente que para universitarios, ciudadanos y sociedad en general, en el ejercicio pleno de sus derechos y libertades, así como en el cumplimiento de sus deberes y responsabilidades, ningún tema, conocimiento o información nos es ajeno, prohibido, vedado o administrado autoritariamente. Menos aún con la influencia y alcance de las nuevas tecnologías de comunicación.
En el ejercicio de las libertades de expresión, cátedra, investigación, promoción y creación artística. Lo científico, físico, químico, social, biológico, literario, plástico, político y electoral son temas sujetos todo tiempo, a comunicación, estudio, análisis y debate, del pasado a futuro, pero sobre todo del presente.
En la universalidad del informarse, del saber, del conocer y y del hacer, no hay fronteras. Desde la imaginación hasta la concreción. En la fantasía o en la realidad. En el todo o las partes. En la prospectiva y la previsión es posible abordar con libertad y responsabilidad todo tema, asunto o cuestión. Momento oportuno, lugar adecuado.
Desde luego que los universitarios estamos inmersos en temas del hoy, de interés público y trascendencia social. Elecciones. Seguridad. Corrupción. Impunidad. Pobreza. Hambre. Urbanización. Planeación. Sociedad. Gobierno. En toda sociedad verdaderamente libre y democrática nada nos es ajeno.
En todo estado de derecho verdadero la participación y evaluación ciudadana y social permanente, es indispensable.
Por eso hay que insistir e insistir que ante condenables opacidad, desinformación y simulación oficial. Hay que preguntar: ¿De qué tamaño es el daño recibido y cuál es ya, el acumulado por el gobierno actual? ¿A cuánto asciende el total-total de deuda pública estatal y municipal? ¿Dónde están los miles de millones de pesos presupuestados y desaparecidos? ¿Y los resultados de la entrega recepción? ¿Cuántos despedidos y nuevos contratados van? ¿Renovar o autorizar más concesiones y privatizaciones, para beneficiar a quienes? ¿Cuál es el costo de la reestructuración de la deuda? ¿Es obligatorio sostener a funcionarios ineptos o mediocres con ofensivos supersueldos y beneficios especiales?
Participar, para cambiar lo que se tiene que cambiar.
- Academico. IIESESUV
@RafaelAriasH
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