Nadie en el actual sistema político mexicano, quiere y si me apuran, ni le conviene cancelar el fuero. No importa de que partido sean, saben que son beneficiarios del uso y abuso de la protección legal para hacer cualquier clase de marranadas sin castigo alguno.
Son y lo saben, mexicanos de excepción, porque aun cometiendo ilícitos, no son sometidos al imperio de la ley, como si lo somos los demás millones de mexicanos que estamos sujetos al cumplimiento estricto de la ley o al abuso del poderoso sin defensa.
Simulan querer un México sin privilegios, pero a la hora de agendar el tema, ni siquiera llega a su discusión en el pleno y mucho menos encuentran el consenso para cambiar la ley.
Es que en época electoral, escuchamos, como siempre, cualquier cantidad de propuestas que solo sirven para tratar de enamorar al electorado, pero que los políticos no se atreven a aplicar por miedo a perder sus privilegios.
El tema del fuero es uno de ellos.
Hasta ahora, se registra que en los estados de Hidalgo, Quintana Roo, Baja California, Nayarit, la CDMX, Jalisco, Nuevo León, Querétaro, y Campeche han aprobado reformas para retirar el fuero a los funcionarios.
En otros estados, como Veracruz, se han sometido a votación y no se han aprobado.
Así que mientras no demuestren compromiso social, el fuero seguirá siendo un tema de campaña, de promesa y solo eso.
Quiero verlos actuar en sentido contrario. Quiero verlos votar por unanimidad para retirar el fuero. Entonces, podríamos estar en la antesala de la renovación de la clase política y de un sistema que se niega a morir, alimentado por todos. |