Muchos notoriamente ya involucrados y participando (aún contra la ley), en la presente contienda electoral, que les garantice impunidad y prosperidad.
A ELEGIR DE LO QUE HAY.
Como siempre, y más en época de elecciones, una de las inevitables interrogantes y preocupaciones es si los gobernantes electos, obtendrán los mínimos de legalidad y legitimidad, de credibilidad y confianza requeridos; sobre todo, ante el inocultable crecimiento de inseguridad, corrupción e impunidad; de más hambre, pobreza y crisis como las económica, institucional, de administración y finanzas públicas.
Situación que exige identificar los pocos logros y avances, que han costado tanto y que se deben consolidar y fortalecer, aumentar y mejorar.
Y, desde luego, obligados a enfrentar dicha situación, caracterizada por condiciones difíciles y complejas, que fomentan limitaciones y sacrificios populares; justificadas inconformidades y protestas sociales; y muchas formas de resistencia y desobediencia civil, ya que nadie está obligado al sacrificio extremo, ni a soportar y sostener malos y peores gobiernos.
Es notorio, que se padecen, creciente descomposición y debilitamiento institucional; y también, menos, mucho menos fortaleza y eficiencia, credibilidad y confianza públicas, con la presencia de la partidocracia (parte sustantiva del hampa electoral dominante), que permanece y se fortalece, gracias a que a los partidos políticos, no se exige suficiente transparencia, rendición de cuentas, fiscalización y evaluación publica; aunque se compruebe, una y otra vez, el uso y abuso, desaparición y malversación de muchos de los recursos públicos que se les asigna.
En el colmo, arbitrariamente disponen de ellos, hasta para pagar multas y sanciones que se les impone, por conductas indebidas y hasta delictivas. Total la impunidad incluye también, “todo pagado”, con cargo al presupuesto oficial.
Importante distorsión pública, que no puede ignorarse, desatenderse, ni posponerse, una vez concluido el proceso electoral; y que también nos obliga a tener presente que las elecciones no garantizan, por si solas, las soluciones pertinentes y efectivas.
Las elecciones son solo parte importante del comienzo, que no deben acabar en decepciones y contradicciones, sacrificios y retrocesos sociales.
INSISTIR EN LO IMPORTANTE Y URGENTE.
Siempre oportuno reiterar y señalar, que se sigue soslayando o ignorando lo prioritario y determinante: el bienestar y progreso de la población, de las personas.
Inquieta e irrita, que para quienes gobiernan no es urgente ni indispensable atender, verdadera y oportunamente, necesidades y problemas de los seres humanos; mucho menos garantizar y fortalecer una permanente y real, participación y evaluación ciudadana y social.
Hoy por hoy, excepciones aparte, además de rechazar y castigar malos y peores gobiernos, también se debe señalar e insistir, que se padecen cuestionados partidos y su partidocracia, sumidos en creciente crisis institucional ya que, en general, desacreditados por su ineficiente y corrupto ejercicio del poder, no cuentan con la credibilidad y confianza popular, mismas que pretenden obtener en estas elecciones.
Al frente del descrédito, notoriamente sobresalen el PRIVERDE y su acostumbrada contraparte, el PANRD; le siguen “ la ñapa” de partiditos de ocasión, de los que destacan las franquicias familiares, las concesiones y otros parásitos complementarios.
Desconfianza, desinterés o rechazo hacia la mayor parte de los partidos políticos, alcanza niveles alarmantes. No es novedad que hartazgo e inconformidad social se manifiesten y aumenten, gracias a las nuevas tecnologías de comunicación y al creciente ejercicio de derechos y libertades.
Como contraparte, destaca el vertiginoso incremento de uno de ellos, de reciente creación, al que no se le pueden atribuir errores, pérdidas y fracasos por gobernar, porque no ha tenido la oportunidad, pero insiste y lucha por alcanzarla.
No es ningún secreto que MORENA, es el partido que se identifica y fortalece, con este tipo de manifestaciones y expresiones sociales. Como todos, tiene y tendrá que responder a la confianza otorgada; por lo pronto, ya se le evalúa en las posiciones legislativas y los gobiernos municipales a su cargo.
En todo caso, ésta es la Democracia que nos rige y caracteriza, en la que todos debemos participar para mejorar. Simplemente, porque su funcionamiento real, no es divino, ni aristócrata, dictatorial o autoritario.
Democracia de derecho y obligación, de origen y destino ciudadano y social, que de ninguna manera concluye con la elección, su característica permanente y general debe ser la participación y evaluación individual y colectiva, en todos los asuntos públicos. Con incuestionables limitaciones y ventajas, logros y pendientes es, hasta hoy, forma civilizada y de legitimación dominante.
Lección repetida, pero no aprendida. Imprescindible, participar en todo, para gobernar el gobierno y asegurar sus buenos resultados.
En fin, hay que señalar, corregir y sancionar a ineptos y corruptos; y también identificar los mejores candidatos, alentar buenas campañas y apoyar propuestas pertinentes y viables. Temas esenciales y controvertidos, sobre los que hay que abundar.
Mientras tanto, en Veracruz, urge erradicar opacidad, desinformación, entretenimiento y manipulación gubernamental. Insistir y preguntar:
¿De qué tamaño es el daño recibido y cuál es ya, el acumulado por el gobierno actual? ¿A cuánto asciende el total-total de deuda pública estatal y municipal? ¿Dónde están los miles de millones de pesos presupuestados y desaparecidos? ¿Y los resultados de la entrega recepción? ¿Cuántos despedidos y nuevos contratados van? ¿Renovar o autorizar más concesiones y privatizaciones, para beneficiar a quienes? ¿Cuál es el costo de la reestructuración de la deuda? ¿Es obligatorio sostener a funcionarios ineptos o mediocres con ofensivos supe sueldos y beneficios especiales?
Recordar que se es delincuente por comisión u omisión, por complacencia o complicidad.
-Academico.IIESESUV
@RafaelAriasH
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