¿SOMOS O NOS HACEMOS; O, PORQUE NOS HACEMOS SOMOS?
Hartazgo e inconformidad crecen; y se exige cambio real y soluciones efectivas.
Oportuno advertir y comentar, que destaca el simple hecho de que en todos los ámbitos de gobierno y organismos autónomos de todos colores, se permite y fomenta que culpables comprobables, cómplices, asociados, prófugos potenciales y hasta familiares, participen en muchas formas para obtener, ejercer y sostenerse en el poder, para no poder; para beneficiarse, corromper y saquear al erario público y debilitar a las instituciones oficiales.
El colmo es la capacidad de enajenación y entretenimiento, en la que han caído los procesos electorales con la inundación de escándalos, insultos, lodo y de todo, desde luego con cargo al presupuesto; procesos que dicho sea de paso, están en manos de una partidocracia cara e irresponsable, que fomenta y protege innumerables formas del hampa electoral.
Es más, podría asegurarse que los cárteles de la corrupción, adquieren múltiples formas. Por ejemplo, Luis M. Pérez de Acha sostiene que “…las empresas fantasma también se emplean para cometer actos de corrupción y financiar campañas políticas. Al igual que sucede con la evasión fiscal, todas esas actividades se instrumentan a través de estructuras sofisticadas y bien organizadas, en las que no sólo participan funcionarios públicos, sino también empresarios, asesores profesionales, notarios y ejecutivos bancarios. Se trata de verdaderos cárteles a la manera del narcotráfico”. (NEXOS.010217)
Inevitables e inocultables las preguntas se repiten, y exigen atención y respuestas verdaderas; reacciones y acciones de soluciones reales e impostergables. No atender, ni resolver bien y a tiempo, ocasiona padecer, más y más graves consecuencias y sacrificios.
¿Se exigirán rendición de cuentas y evaluación oportunas, para proceder a castigar a los presuntos responsables actuales? ¿Seguirán entretener y distraer, simular y medio perseguir al “duartismo y otros entretenimientos”, con Justicia selectiva y ordeña productiva? ¿Qué hacer con miles de millones de pesos destinados al clientelismo, el condicionamiento y la discrecionalidad de becas y despensas, apoyos y programas de desarrollo social estatal y federal, que fácilmente rebasan los 2 millones trescientas mil acciones, sin fiscalización y evaluación social?
Estas y otras preguntas invaden la vida cotidiana de los veracruzanos, a quienes se quiere hacer creer que la elección es la solución; y que votar y elegir, garantiza consolidar o corregir, para proseguir y progresar.
De ahí que urge gobernar al gobierno. Más pronto de lo que nos imaginamos, la realidad muestra los alcances de no participar, de mantenerse en la irresponsabilidad, el desinterés y pasividad; y también, esa misma realidad, prueba y comprueba que permitir y dejarse llevar por la enajenación y la distracción, por no decidir ni elegir bien, se ocasionan daños y pérdidas, resultado de sostener y padecer malos y peores gobernantes, convertidos muchos de ellos en ineficientes y delincuentes, intocables y reciclables.
Inocultable que, en muchas formas, la terca realidad insiste en señalar, la lección no aprendida: es impostergable la atención suficiente y oportuna de las necesidades básicas y los problemas sociales; es notorio que crecen víctimas de la inseguridad, así como pobres, hambrientos y marginados, con nulos o caros servicios públicos.
En estas y peores condiciones, nadie está obligado al sacrificio extremo; ni a sostener y soportar ineficientes y delincuentes en los gobiernos.
Presentes ya, muchas formas de resistencia y desobediencia civil, que crecen, se expanden y se fortalecen. Como respuesta a evidentes y repetidos malos y peores gobiernos, más y más caracterizados como endeudadores y saqueadores, cómplices y encubridores de delincuentes locales, nacionales o internacionales, como los de Odebrecht y otros. ¿Por qué en México y Veracruz no se han atendido fundados señalamientos y repetidas denuncias, de sus actividades? Así subsistimos, sujetos a la realidad, aún por encima del enajenante bombardeo mediático; y de las exageradas y acostumbradas sobredosis de compromisos y promesas electorales, que jamás serán cumplidos.
Atados a los ineludibles problemas de la vida cotidiana, acrecentados y complicados por aquellos que, de una forma u otra, son responsables de lo que no hicieron ni hacen, y de lo que hacen mal, a destiempo e incompleto. De unos y otros que repiten viejas promesas, obsoletas y costosas soluciones improcedentes, así como falsas, conocidas e inútiles recetas oficiales.
Los hechos hablan por si mismos: ni crecimiento, ni menos pobreza, ni empleo, ni bienestar y, por desgracia, ni posibilidad de mejorar ante tamaña ineptitud y falta de capacidad de respuesta.
Es grave no entender ni tomar conciencia de lo mal que estamos y repetir que vanos bien; hasta sostener una inaceptable opacidad y falta de transparencia.
En Veracruz, no se cumple con la ley. No hay información actualizada y confiable, accesible y disponible de las actividades gubernamentales.
Obligado insistir y preguntar. ¿De qué tamaño es el daño recibido y cuál es ya, el acumulado por el gobierno actual? ¿A cuánto asciende el total-total de deuda pública estatal y municipal? ¿Dónde están los miles de millones de pesos presupuestados y desaparecidos? ¿Y los resultados de la entrega recepción? ¿Cuántos despedidos y nuevos contratados van? ¿Renovar o autorizar más concesiones y privatizaciones, para beneficiar a quienes? ¿Cuál es el costo de la reestructuración de la deuda? ¿Es obligatorio sostener a funcionarios ineptos o mediocres con ofensivos supe sueldos y beneficios especiales?
Para decidir y elegir bien, es imprescindible información actualizada y confiable. Incluso, para valorar y asegurar los pocos y costosos logros alcanzados.
-Academico.IIESESUV
@RafaelAriasH,
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