Ya por lo pronto una buena nueva para el ex se deslizó desde la anoche de este jueves en el acreditado portal “Palabras Claras” que dirige el agudo analista político José Antonio Flores.
Oportuna nota destaca que el gobernador Miguel Angel Yunes se desistía de la denuncia contra Javier Duarte en Estados Unidos.
Con pruebas documentales “Palabras Claras” daba cuenta de la decisión del mandatario estatal de no continuar la denuncia contra Javier Duarte, su cuñada Mónica Macías y su prestanombres en Texas “porque habrían llegado a un acuerdo para la devolución de bienes inmuebles que podrían alcanzar los 75 millones de dólares”.
75 milloncejos en el marco de 35 mil millones de pesos, cantidad que se presume desvió Duarte a lo largo de su mandato, es como quietarle un pelo a un buey.
La nota en donde destaca que hubo “un acuerdo civil” y el “aval del gobernador” mediante el cual Julio Antimo, prestanombres de Duarte –quien ayudó al exgobernador a adquirir mansiones- habría acordado devolver propiedades.
La noticia bomba que sacudió la noche del jueves, al día siguiente, o sea este viernes 11 de mayo, sería en modo alguna confirmada por el propio gobernador Miguel Angel Yunes Linares al confirmar el desistimiento.
Desde luego, el mandatario justifica que la determinación se tomó “para trasladarla a otro condado donde se encuentran los bienes inmuebles, además de llevar el litigio ahora solo por la vía civil (¿?)”, dice la nota de “Palabras Claras”.
En conferencia de prensa el mandatario explica además que “no se perdonará a nadie si acaso devuelven los inmuebles de manera unilateral, pero sí enfatizó su interés de que los involucrados devuelvan a la brevedad las residencias en Woodland, en Texas.
O sea, no se les perdona, pero sí “hay interés en la devolución”… un sí que es no o que tal vez sea un quién sabe.
Ya desde meses atrás se despertaron serias sospechas sobre un presunto “arreglo” en favor de Javier Duarte desde las más altas esferas del gobierno federal –y ahora el estatal-, para que el ex gobernador alcanzara su libertad.
Habría que regresar a ese 19 de julio del año anterior cuando el propio abogado de Duarte reveló que las acusaciones en contra del ex gobernador eran por delincuencia organizada y operación de recursos de procedencia ilícita, pero que carecía de sustento.
Abundó el abogado Marco Antonio del Toro que las imputaciones “se desinflaron” en la primera audiencia de conocimiento que enfrentó Javier Duarte de Ochoa.
En cuanto a las acusaciones del gobierno de Veracruz sostuvo que “si las federales son endebles, con las otras (las estatales) te vas de espaldas” ya que el expediente no contiene los sustentos por los cuales acusan a su defendido.
Indicó que la formulación de la imputación estaba débil al plantear ante el Ministerio Público que el Duarte había dispuesto de recursos públicos que se habían utilizado para una serie de inmuebles a través de una red de delincuencia organizada.
Ello no se pudo comprobar y recordó que la defensa de Duarte de Ochoa solicitó precisiones ya que “si se dice que determinados inmuebles ejidales (los de Campeche) fueron comprados con recursos públicos del gobierno de Veracruz, le pedimos que nos mostrara o nos indicara de qué cuenta, de qué dependencia y en qué fecha fueron extraídos del gobierno de Veracruz, pero no lo hicieron”.
Y concluye:
“Me parece que se inflo demasiado un globo que se desinfló en su totalidad”.
Eso fue cuando del Toro llevó la defensa por ocho meses, ya que al ser relevado de esa responsabilidad jurídica por el propio Javier Duarte declaró en un comunicado:
La defensa que se llevó a cabo en favor de Duarte concluye, pero es necesario destacar que queda “jurídicamente sólida” ya que las imputaciones en su contra son "de una fragilidad tal que no deben resistir un debido proceso penal, más allá de linchamientos públicos irracionales que no tienen sustento alguno en tanto se trata de meras percepciones que riñen con los medios de prueba que obran en los expedientes del caso".
También, asegura que las imputaciones de la PGR son endebles y sujetas a una temporalidad que permitirá sin duda alguna la preparación adecuada para la siguiente audiencia encontrándose desde ya con una sólida cimentación jurídica.
En lo que se refiere a las acusaciones del gobierno de Yunes Linares, menciona el comunicado que “éstas aún no inician (15 de marzo de este 2018), al margen de estar muy lejos de ser veraces o fundadas”.
Conclusión:
Duarte solo espera los tiempos, ya que su tema responde a un juego político, aderezado con cajas chinas, mediáticas, que en tiempos electorales son orquestados para confundir a la ciudadanía.
En el fondo se teje un entramado tan distinto como sorpresivo.
Tiempo al tiempo.
*El autor es Premio Nacional de Periodismo |