Se aplaude la resolución de la autoridad, era necesaria y se hizo a tiempo. Pero se comunicó mal.
Debió haber sido una comunicación conjunta, plaza, locatarios y autoridad, para que se pusiera en contexto la determinación, se dejara en claro que no hay ningún riesgo y las opciones de estacionamiento para los clientes.
No fue así y tras un clausura con mucha faramalla, las noticias falsas no tardaron en circular, hasta con audios falsos que buscan infundir temor para que no se acuda a comprar.
Aun cuando el propio Hipólito salió a dar la cara junto con sus colaboradores y a explicar con detalle lo daños y posibles soluciones, así como tratar de orientar a la población, el daño ya está hecho.
La venta ha caído hasta en un 80 por ciento y pone en riesgo cientos de empleos de mujeres y hombres veracruzanos que son el pilar económico de sus familias.
La CANACINTRA pide una rueda de prensa con todos los involucrados para aclarar y pedir que vuelvan los clientes. Eso debió hacerse desde un principio, no de manera unilateral y también debió hacerse con más sentido de responsabilidad en la forma de comunicarlo para evitar este desastre de noticias falsas que tanto daño está causando.
Debe aprenderse la lección. Hoy se comunica de manera diferente.
A menos que alguien esté muy interesado en esta ciudad, a que la plaza cierre sus puertas y esté aprovechando la mala comunicación para sus propios intereses. Ya se verá. |