Pero nadie más dice está boca es mía. Muchos operaron para los azules y los morenos y están buscando como sobrevivir dejando de lado al partido que les dio todo.
Otros, tirando fregadazos desde los cafés o en redes sociales.
En ese contexto vino a Xalapa Ulises Ruiz, ex gobernador de Oaxaca, senador, diputado federal y ex de muchos cargos en su partido. Se presentó como opción para encabezar la dirigencia nacional del PRI y con ello los esfuerzos de reestructuración de un partido hecho añicos por dentro al que le urge reposicionarse.
No acababa de llegar y ya lo estaban madreando, señalándole cercanía con morena y obras de una presunta constructora de su propiedad.
Más allá de estos señalamientos y de sus malquerientes naturales, Ulises Ruiz es la primera voz que señala lo que para él fueron las fallas del PRI e intenta limpiar el tiradero. Claro que buscó culpables y señaló a EPN como el principal.
Acá en la aldea, Marco del Ángel señaló a Américo como el responsable.
Creo que más allá de señalar, deben aprovechar el tiempo y rehacerse lo más pronto posible, antes de que acaben por desaparecer dentro de tres años en las elecciones intermedias.
Acompañó a Ulises, el siempre priísta Domingo Yorio, ya recuperado y uno de los militantes con trayectoria en el PRI a los que sí les interesa que su partido levante y vuelva a ser opción.
Después del oaxaqueño habrá que ver quien es el valiente que también se avienta el trompo a la uña de querer dirigir al PRI en estos tiempos.
Y que tendrá que tragarse cuanto le digan, porque tampoco es que tengan mucha autoridad moral que digamos. |