Juan Carlos Molina Palacios, dirigente estatal de la CNC y diputado local plurinominal para la próxima legislatura veracruzana, agarra vuelo rumbo a la dirigencia del CDE del PRI alentado por las contundentes declaraciones del dirigente estatal cetemista, Víctor Manuel García Trujeque.
Juan Carlos, dijo García Trujeque, ‘es el candidato idóneo para manejar el Partido’, no dijo que podría ser, dijo ‘es’, y no fue solo un petardo para tentarle el agua a la olla, ni una amistosa mención, fue una definición política: ‘es el candidato idóneo’.
Además, Víctor Manuel no habló a motu proprio, lo dijo como vocero de dos de los sindicatos más fuertes en la CTM como son el petrolero y el de los electricistas, al afirmar que estos están firmes con Juan Carlos.
|
A la fecha ninguno de los dos líderes de esos sindicatos ha desmentido la versión.
Hoy mismo, durante una gira de trabajo por Chacaltianguis, en la Cuenca baja del Papaloapan, en donde el dirigente Cenecista entregaba alimentos y materiales de construcción a sus agremiados del campo, Molina Palacios dijo al autor de esta columna no andar en campaña por la dirigencia estatal del PRI.
‘Esto es lo que siempre hago; estar cerca de mi gente, ver por sus necesidades. El escritorio es para la burocracia’. El problema en nuestro partido, dice Juan Carlos, es que muchos de nuestros propios compañeros priistas al convertirse en funcionarios de gobierno se olvidaron de los principios básicos y cayeron en las garras de la corrupción y a robar, pero no todos somos así ni pensamos así y eso hay que decirlo, los principios de nuestro partido son buenos, solo que nos descuidamos y el número de mexicanos en extrema pobreza llega a casi 60 millones, lo que es una vergüenza que debemos reconocer.
Esa es la esencia de la que habla el presidente Enrique Peña Nieto que hay que cambiar, se trata de actitud, de coraje, de compromiso. Además, si es necesario cambiar de marca pues hay que hacerlo, aunque eso es secundario, sabemos que está desgastada.
‘Estoy al tanto de los pronunciamientos cetemistas a mi favor y estoy puesto, sin obsesiones ni pretensiones ni sueños guajiros. Nuestro partido necesita un dirigente veracruzano con tamaños, que no sea un títere impuesto desde el Centro del País, ni por alguien con intereses futuristas. El partido debe estar en poder del pueblo, no de unos cuántos, no de cúpulas, y yo estoy dispuesto, pero llegaría solo por consenso de las bases, de los sectores; que sea una decisión de unidad. Si alguno de mis compañeros priista se avienta tendrá que decirlo, abrirse y someterse a la aprobación de las bases. Y, debe estar dispuesto a ponerse del lado de las causas populares, de los críticos internos, de los campesinos, de los jóvenes, las mujeres, adultos, trabajadores, de la sociedad y de los ciudadanos, pero debe ser una decisión local; ya no estamos dispuestos a imposiciones ni agacharemos la cabeza a una nueva imposición’.
El diputado plurinominal abundó que ‘en la CTM y en la CNC cerramos filas y estoy dispuesto a entrarle al toro de frente, pero ni me afano ni me caliento, solo llegaría a la dirigencia estatal si el consenso final aguanta para hacerlo de unidad, de lo contrario no llegaríamos lejos’.
En conclusión, Juan Carlos empezó a romper el molde de la cuestionada disciplina y las dañinas imposiciones que llevó el PRI a ser castigado duramente en las urnas, perder el poder de gobierno y a ser la cuarta fuerza legislativa del país. |