Desde el café.
Bernardo Gutiérrez Parra.
 

Otras entradas
2018-08-30 / Con cronómetro o sin cronómetro
2018-08-29 / Una buena y otra muy mala
2018-08-28 / Entre pagar la renta y perder el fuero
2018-08-27 / ¿De a cómo fue el billete?
2018-08-24 / Una vil y sistemática mentira
2018-08-23 / Aguas, ahí viene Duarte
2018-08-22 / De Alemán a Yunes se juntó una deuda de 174 mil mdp
2018-08-21 / Cien días y adiós
2018-08-20 / 26 ejecutados desmienten al optimista
2018-08-17 / Cuando brote la porquería
 
.
Octavio Legarreta usurpa delegación de la Sagarpa
2018-08-31

Pasadas las elecciones y con el PRI barrido del mapa electoral, el delegado de la Sagarpa en Veracruz, Genaro Ruiz Arriaga, siguió trabajando en su despacho limpiando el tiradero que le dejó su antecesor Octavio Legarreta Guerrero.


El 20 de febrero de este año, Legarreta había dejado la delegación bajo serias sospechas de haber desviado recursos a organismos inexistentes. Y mucho habrá de cierto en esas sospechas donde los millonarios programas jamás los vieron los auténticos beneficiarios.


Genaro Ruiz llegó a un pantano de corrupción pocas veces visto en una dependencia federal y era lo que estaba tratando de limpiar.


A mediados de agosto viajó a la Ciudad de México para entrevistarse con Fermín Montes Cavazos, coordinador de delegaciones de la Sagarpa, y en la charla Montes le dijo que “de arriba” le habían pedido su renuncia.


Extrañado por las formas Genaro no hizo preguntas y aceptó cumplir la orden. 


¿Quién fue la persona “de arriba” que pidió la renuncia del naranjense con apenas seis meses en el cargo? ¿El titular de la Sagarpa, Baltasar Hinojosa? No. ¿Enrique Peña Nieto? Tampoco. ¿Alfonso Navarrete Prida? No. ¿Acaso fue Alejandro Montano? Menos.


Se especula que quien le metió zancadilla, fue un político veracruzano muy amigo de Legarreta.


Institucional como ha sido toda su vida, Ruiz Arriaga presentó su dimisión, pero casi se infarta cuando le dijeron que su relevo sería ¡Octavio Legarreta Guerrero!


Casi en lo oscurito, muy en privado y obviamente sin medios de comunicación, se dio el relevo de Genaro Ruiz. Relevo al que sólo asistieron los seguidores de Octavio Legarreta; una caterva de “lideres” de organizaciones fantasma que se han beneficiado, hasta hacerse millonarios, con los programas de la Sagarpa.


Estos sujetos ya se frotaban las manos con los recursos que se repartirán lo que resta del sexenio.


Pero… la de malas, chingá.


Resulta que el 9 de julio y como parte de la transición, la SHCP ordenó a todos los entes de la administración pública federal, suspender las contrataciones de plazas de carácter permanente, eventual y por honorarios, “a partir del próximo lunes 16 de julio”.


Octavio Legarreta fue regresado a la delegación de la Sagarpa el 20 de agosto, por lo que con base en la ordenanza de la SHCP su nombramiento es ilegal, no tiene status jurídico ni tiene manera de legalizar su cargo. De hecho, nadie le ha dado el nombramiento (porque legalmente nadie se lo puede dar) y por lo tanto es un usurpador.


Es decir, al nativo de Chihuahua le devolvieron la casa, pero no le dieron la llave; está viendo la caja de caudales pero no tiene la combinación.


Octavio Legarreta está invalidado para firmar cualquier documento oficial porque legalmente no es el delegado de la Sagarpa en Veracruz y como Genaro Ruiz presentó su renuncia, esa dependencia está acéfala.


Entonces ¿a qué regresaron a Octavio?


Existen dos versiones; la primera es para que reparta entre sus cuates los últimos y millonarios programas federales (previa jugosa comisión). Y la segunda, para que limpie su cochinero a fin de evitar futuros líos con la justicia.


Pero quien lo regresó al cargo olvidó (o nunca supo) la ordenanza emitida por la SHCP y ahora Octavio está en un verdadero brete.


Tan entrampado está que se regresó a México a ver qué puede arreglar por allá y dejó en la delegación a su operador de los billetes de siempre, un sujeto llamado Carlos Alberto Hernández Sánchez, que es quien parte el queso en la oficina.


Lo curioso (indebido e ilegal) es que, a pesar de no ser delegado, Octavio Legarreta dejó a este tipo fungiendo como Secretario Técnico. Esta es una posición muy importante en la delegación, pero el nombramiento es totalmente irregular, porque al igual que a Legarreta no hay forma de contratar a Carlos Alberto ni de pagarle. Pero ahí está enquistado.


Por el bien de los productores, pescadores, agricultores y ganaderos de Veracruz, sería bueno que el próximo titular de la Sagarpa, doctor Víctor Villalobos, ponga énfasis en el tema y ordene una auditoría a la oficina que por un tiempo regenteó Legarreta. 


Personas que han estado cerca de este individuo, dicen que el próximo titular de la Sagarpa se espantará cuando se dé cuenta de la porquería que hay en la delegación de Veracruz.    


bernardogup@hotmail.com


 

 
Regresar a la Página Principal
Aviso de Privacidad
 
Comentarios
 
En Política al Día nos interesa tu comentario, es por eso que creamos este espacio para tí. Aquellos mensajes que contengan un contenido vulgar, difamatorio u ofensivo, serán eliminados por el administrador del sitio. Leer normas y políticas