RECORDANDO LAS TRAICIONES DICE UN PROVERVIO CHINO “ES FACIL ESQUIVAR LA LANZA, MAS NO EL PUÑAL OCULTO”. SEGÚN EL DICCIONARIO, LA TRAICION ES AQUELLA FALTA QUE QUEBRANTA LA LALTAD O LA FIDELIDAD QUE SE DEBERIA DE GUARDAR HACIA ADENTRO O HACIA ALGUIEN.
Así, consiste en renegar, ya sea de palabra o acción de un compromiso de lealtad. De ahí que en la mayoría de las ocasiones, la traición implique una relación de confianza y afecto profundo cuando un ser humano deposita su confianza en otro y este actúa de manera contraria a la esperada, hiriéndole de algún modo se puede considerar que ha sido traicionado.
En nuestra cultura tenemos grabados a fuego algunos de los mayores exponentes de esta definición. Entre ellos destaca la historia de Judas Iscariote, posiblemente una de las traiciones más antiguas que jamás se hayan documentado. Según relatan los evangelios, Judas se convirtió en el paradigma de tan odiada palabra al entregar a su Maestro y mentor, Jesús de Nazaret, a los soldados romanos en el huerto de “Getsemaní”. El sello de la traición fue un beso y su recompensa, 30 monedas de plata. Y aunque más tarde se arrepintió de sus actos, no supo encontrar más consuelo que la horca con la que segó su vida.
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EXISTEN TANTAS POSIBLES TRAICIONES COMO SERES HUMANOS HABITAN ESTE PLANETA
“Mejor tener un enemigo que te da una bofetada en la cara, que un amigo que te clava un puñal por la espalda” Arthur Schopenhauer.
Posiblemente, en un momento u otro de nuestra vida todos hayamos sentido el veneno de la traición extendiéndose como acido por nuestras venas. El dolor resulta tan intenso como desgarrador, no en vano, la mayoría viene ocasionado por alguien a quien conocemos bien, amigos, familia, compañeros de trabajo.
La traición es un mazazo a nuestras expectativas, a nuestras certezas y a nuestra manera de vivir y de comprender la vida. Un estigma que resulta difícil de superar.
Por eso La Política suele apoyarse en un juego de lealtades y traiciones, de hecho en la medida que más personas provengamos de historias de inseguridad básica, nos sumaran con absoluta Lealtad a falsos líderes, a una idea, un Partido Político o cualquier instancia que nos asegure la permanencia.
LA TRAICION POLITICA DECIA MAQUIAVELO, ES EL UNICO ACTO DE LOS HOMBRES QUE NO SE JUSTIFICA.
“LOS CELOS, LA AVIDEZ, LA CRUELDAD, LA ENVIDIA, EL DESPOTISMO SON EXPLICABLES Y HASTA PUEDEN SER PERDONADOS, SEGÚN SUS CIRCUNSTANCIAS; LOS TRAIDORES EN CAMBIO, SON LOS ÚNICOS SERES QUE MERECEN SIEMPRE LAS TORTURAS DEL INFIERNO POLÍTICO, SIN NADA QUE PUEDA EXCULPARLOS”
La traición política es uno de los actos más despreciables, ruines y vergonzosos que un ser humano pueda cometer contra otro o contra un grupo político. Hay actos de traición que a menudo los traicionados pagan un alto precio por dicha traición.
Hoy en día el Honor es como las especies en vías de extinción, sobre todo a nivel político. Todos vemos como los que traicionan a sus votantes y a su propio pueblo, salen sonrientes de los atolladeros y para más ejemplo no solo no suelen pagar por sus actos de cobardía y maldad, sino que además son aplaudidos por quienes les siguen a ciegas incondicionalmente, aun habiendo sido víctimas estos, de fechorías de estos políticos.
Recordando la Historia del México pasado y presente en algunos casos de políticos que murieron a traición: A Francisco I. Madero lo mataron Victoriano Huerta y su ambición, a Venustiano Carranza lo mataron para subir a la silla Presidencial a Álvaro Obregón, Emiliano Zapata, Francisco Villa, Manlio Fabio Altamirano estimado y poderoso Gobernador Electo de Veracruz y recientemente Luis Donaldo Colosio fueron traicionados.
Las TRAICIONES partidarias por desgracia la Ley las permite entonces no hay lio, como lo menciona el Sr. Federico Arreola, en una de sus columnas, pero yo sí me atrevo a decir que solamente serían justificadas si, y solo sí, los políticos tuvieran la firme convicción en ser, la última opción para ayudar y ocuparse de su gente, a rescatar al país de la profunda crisis, en la que nos encontramos, por la culpa de los malos gobernantes que hemos tenido a lo largo del tiempo, aquí sí, aplicaría la frase del gran Nicolás Maquiavelo: “EL FIN JUSTIFICA LOS MEDIOS” pero desafortunadamente, no van encaminadas a una buena causa y razón. Lo único que veo es una inmensa sed de poder desmedido, cínico e interminable, que a la clase política mexicana le caracteriza, la cual carece de toda ética, moral y principios, queriendo a toda costa seguir viviendo del erario público y todas las canonjías de las que gozan. Se tendrá que legislar a la brevedad para acabar de raíz con estas y muchas prácticas funestas, que lo único que dañan es al país. ¿Habrá que ver qué políticos honorables hay? y si los hay, ¿estarían dispuestos a realizar dicho cambio? Si lo llegaran a efectuar en ese momento se ganarían el respeto y la confianza de todo todos los ciudadanos.
ABONANDO A LA LISTA DE TRAIDORES: LOS ACTUALES CARECEN DE VERGÜENZA Y DE MORAL, PUES MIENTRAS A LOS ANTIGUOS TRAIDORES SE LES PUEDE RECONOCER POR SUS ACTOS DE CONFESIÓN Y ARREPENTIMIENTO, LOS DE AHORA SIGUEN CAMINANDO ENTRE NOSOTROS SIN PUDOR ALGUNO, USTED YA LOS CONOCE HAGA SU LISTA Y SE LE TERMINARA LA TINTA.
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