Al frente de muchas de las más de 100 organizaciones que buscan el registro, hay tránsfugas que en sus anteriores partidos quedaron arrinconados y ahora quieren el propio para hacer y deshacer sin los molestos contrapesos que los marginaron.
Están, claro, Margarita Zavala Gómez del Campo y Felipe Calderón Hinojosa, que intentan tener en México Libre su partido.
Pero también Elba Esther Gordillo, que a través de su yerno Fernando González y su nieto René Fujiwara, construye el propio bajo el nombre de Redes Sociales Progresistas.
O el ex líder de la tribu Foro Nuevo Sol del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Vladimir Aguilar, que promueve demócratas.
El Chiapaneco César Augusto Santiago, que se reunió hasta 2 veces aquí en Xalapa, con la Corriente Crítica de Veracruz y priista por más de 50 años, impulsa su organización política ALTERNATIVA.
El ex candidato presidencial Gabriel Quadri, va por Cambiemos. La lista es larga.
Hay que anotar al senador sin partido Emilio Álvarez Icaza, al ex presidente del recién desaparecido partido Nueva Alianza, Luis Castro, a quien fuera líder del extinto partido Humanista en la Ciudad de México, Luciano Jimeno, señalado ante la Junta de Conciliación y Arbitraje por ex trabajadores que exigían su liquidación tras la pérdida del registro… hasta el 31 de enero, cuando venció el plazo, 106 organizaciones iniciaron el proceso ante el Instituto Nacional Electoral (INE) para convertirse en partidos, el doble de quienes lo intentaron hace seis años, cuando sólo Morena, el Partido Encuentro Social (PES) y el Partido Humanista se convirtieron en partidos.
Ser integrante de la partidocracia no sólo da poder, también trae millonarios recursos.
Para quienes construyeron uno hace seis años, por ejemplo, los dineros cayeron en cascada: 133 millones 404 mil 740 pesos para cada uno, entre la fundación y participación en su primera elección.
Y hay quienes, como el Humanista, no libraron la primera aduana y se quedaron sin registro en su primera aventura electoral. Recibió millones y su proceso de liquidación, con faltantes y recursos sin justificar, aún continúa.
Otro botón: Nueva Alianza y el Partido Encuentro Social (PES) que perdieron el registro el año pasado nos costaron casi 4 mil millones.
Para ser partido, las organizaciones deberán celebrar una asamblea nacional y asambleas en 20 estados o 200 distritos electorales antes del 30 de noviembre.
En cada asamblea estatal deberán participar al menos tres mil personas, mientras que a las distritales tendrán acudir al menos 300 personas. También están obligadas a reunir un mínimo de 233 mil 945 afiliaciones, 0.26 por ciento del padrón electoral.
No se trata de más o menos, sino de mejores partidos.
Entre quienes se asoman, salvo excepciones, no se ve a quienes vayan a mejorar la calidad de los existentes. La mayoría va por el negocio, por una rebanada del pastel.
|