Ha habido intentos de cerrarlas como prisión y nada se había concretado. El archipiélago está conformado por las islas María Cleofas, María Magdalena y María Madre y el islote San Juanito. Se ubican en el Océano Pacífico, a la altura del puerto de San Blas, frente al estado de Nayarit.
En aquellos tiempos era yo director del Diario de Xalapa y recorrí gran parte del que me parecía mítico archipiélago. Hasta me bañé en el mar. El director invitó langosta, otros deliciosos mariscos y ni una gota de licor. Estaba prohibido.
De manera sorpresiva --supongo que por motivos de seguridad--, el presidente Andrés Manuel López Obrador visitó este domingo las Islas Marías y dijo que busca impulsar un proyecto social de rehabilitación o turístico, algo de lo que ya se ha hablado en el pasado. No será fácil debido a que es área federal protegida.
Allí existen flora y fauna endémicas y muchas especies estarían condenadas a la extinción. Colonos y personal administrativo me mostraron en aquella ocasión culebras, serpientes venenosas, conejos, loros, iguanas, cenzontles, camaleones, lagartijas, murciélagos, zopilotes, tlacuaches, mapaches e infinidad de animales en peligro. También abunda allá el árbol que en el sur de Veracruz conocemos como “palo de mulato”.
Una curiosa coincidencia que me viene a la mente es el hecho de que a AMLO lo acusan de ideas similares a las de Echeverría y se da el caso de que ambos visitaran las Islas Marías al inicio de su mandato.
En su cuenta de Twitter el presidente López Obrador anunció ayer: “Hoy estuve en las Islas Marías con algunos miembros del Gabinete. Mañana informaré que, después de más de un siglo, dejará de ser prisión”.
Lo deseable es que se preserve en lo ecológico este paraíso terrenal conformado por las legendarias Islas Marías y que no se convierta en otro ambicioso negocio de particulares y políticos.
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