La mala administración de Peña Nieto arrastró al PRI a su peor derrota electoral. Al menos así lo afirman un buen número de militantes que participaron en el ejercicio de diagnóstico que se realizó en todo el país con la participación de más de 5 mil simpatizantes en cuya conclusión salió la figura del exmandatario como el principal responsable por el mal gobierno que hizo e imponer un candidato presidencial ajeno al partido, José Antonio Meade.
El malestar de los priistas es tan grande que el exgobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz, al frente de la Corriente Democrática, calcula que entre 6 y 8 millones de priistas le dieron la espalda a Peña y a Meade y votaron por Andrés Manuel López Obrador el primero de julio del año pasado.
Además de Peña, los militantes priistas miran con desaprobación a otros personajes del círculo cercano del expresidente: Aurelio Nuño que nunca supo ser secretario de educación y fracasó como coordinador de la campaña presidencial; Luis Videgaray que manejó a su antojo al gobierno y hasta impulsó la candidatura ciudadana de su amigo José Antonio Meade; a Enrique Ochoa Reza que hizo de la estridencia su principal herramienta al frente del PRI y eligió a los candidatos a diputados y senadores siguiendo los designios presidenciales; y a Enrique Juárez Cisneros que en la campaña no supo cómo superar los problemas del partido y mejor se fue al Congreso, aunque ahora quiere regresar.
Pero también la actitud complaciente y acrítica del PRI frente a los excesos del gobierno peñista, ante los escándalos de impunidad y corrupción de varios de sus integrantes prominentes y la auto condescendencia de los propios dirigentes que confiaron en que la militancia no reaccionaria a sus decisiones cupulares, abonó al desastre en el que hoy se encuentran.
Por cierto… En la resurrección que buscan los militantes del PRI cinco personajes pelean por la nueva dirigencia: Alejandro Moreno, gobernador de Campeche; Ulises Ruiz Ortiz, exgobernador de Oaxaca; Ivonne Ortega, exmandataria de Yucatán; el senador Miguel Ángel Osorio Chong, exgobernador de Hidalgo y exsecretario de Gobernación; y el ex rector de la UNAM, José Narro. De los cinco, los dados están cargados al primero conocido como Alito, pero por su cercanía con López Obrador ya le llaman Amlito que convertirá al PRI en PRIMOR, al fundirlo con Morena
EN OTROS TEMAS: LA SEMANA PASADA RENÉ JUÁREZ MANIFESTO A LOS MEDIOS QUE BUSCARÍA DE NUEVO LA PRESIDENCIA DEL PRI SOLO SI HAY “PISO PAREJO”, PERO CUANDO LO NOMBRARON NADA DIJO.
El coordinador de la fracción del PRI en la Cámara de Diputados, René Juárez Cisneros, dijo que está interesado en participar en la elección para ocupar la presidencia nacional de su partido, siempre y cuando haya “piso parejo” y sin dinero de por medio. ¿Dinero de los gobernadores?, se le preguntó.
“No. Dinero de quien sea; que sean los militantes, que sean los militantes con su voto libre, que se respete la dignidad de la militancia, que haya certeza, que haya condiciones de igualdad, de transparencia y legitimidad”, respondió.
René Juárez dijo que, en caso de contender por la dirigencia nacional, dejaría la coordinación de la fracción parlamentaria.
“En un acto de congruencia, cuando yo renuncié, dije: ‘el dirigente que dirija, el legislador que legisle, el gobernante que gobierne’. Lo que no se puede es dobletear. No se puede.
“Es una decisión personal. Yo voy a renunciar, por supuesto, a la coordinación y a la diputación para dedicarme de tiempo completo, primero, a la precampaña, y después, a dirigir el partido”, sostuvo.
El diputado, quien asumió la dirigencia nacional del PRI el 4 de mayo de 2018 y luego renunció para dar paso a Claudia Ruiz Massieu, dijo que durante su paso se administraba más.
“En su momento tomaré la decisión y por supuesto que sí tendría mucho interés en estas condiciones, con el soporte y respaldo de la gente, dirigir al partido, no como yo estaba, por eso renuncié la vez pasada, porque el PRI lo que necesita ahora es un líder, un líder, no un administrador”.
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