Desde su designación como fiscal general del estado, la clase política se casó con la idea de que Jorge Winckler Ortiz, quien fue electo para un periodo de nueve años en el cargo, sería el Caballo de Troya de Miguel Ángel Yunes Linares para infiltrar al nuevo gobierno de Cuitláhuac García Jiménez y, de paso, cuidarles las espaldas si a caso se desataba una “cacería de brujas”.
Y quizás quienes así lo vaticinaron no estuvieron tan equivocados, peeeero, hay que decirlo, posiblemente Winckler no es el único infiltrado en el gobierno del estado.
Tengo en mi poder una fotografía enviada desde la Secretaría de Salud, en la cual se observa al doctor Fernando Castillo Acevedo, actual director de Atención Médica de los Servicios de Salud de Veracruz, es decir, en todo el estado.
|
La selfie, que se intuye fue tomada el pasado 1 de julio de 2018, el día de las elecciones, muestra claramente al galeno, Castillo Acevedo, dentro de una casilla, con la boleta para elegir gobernador en la mano y cruzado con una “X” el nombre de Miguel Ángel Yunes Márquez.
Es decir, el siempre bien ponderado, doctor Castillo, al parecer votó por la continuidad de los panistas, pero nunca imaginó que iba a ganar perdiendo; es decir, su candidato Yunes Márquez fue derrotado, pero él venció, porque a pesar de haber votado por el oponente, lo premiaron otorgándole un cargo de relevancia dentro de la Secretaría de Salud estatal.
El secretario de Salud, Roberto Ramos Alor y otros miembros del gabinete les dieron y les siguen dando puestos de “confianza” a priistas, perredistas y panistas camuflajeados de Morenos.
Y esto sucede hasta en el Congreso del estado, donde sigilosamente se esconde cual alimaña, Jorge García Villalobos, ex tesorero del Comité Directivo Estatal del PRI, aquel sinvergüenza que gozaba de lo lindo, paseando con sus amantes secretarias, con cargo a las finanzas del tricolor. Pero la deshonestidad del sujeto y sus tropelías, merecen una entrega especial de esta columna.
Ericka Ayala, la diputada local del PRI y secretaria general del sector popular (CNOP) de su mismo partido, filtró, incrustó, metió, colocó, en diversas dependencias, a familiares e incondicionales que le pasan información de lo que escuchan y ven de los morenistas, datos que en el momento más oportuno utilizará para sacar provecho, pues la chaparrita no tiene un pelo de tonta.
Ulises Rodríguez Landa, ex secretario de Administración y Finanzas, también del Comité Directivo Estatal del otrora partidazo Revolucionario Institucional, ahora es flamante director de la Unidad Administrativa de la Secretaría de Seguridad Pública. Rodríguez Landa, propietario de la constructora ROLA, dicen sus amigos que se subió a una hoja de papel y se mareó, que está irreconocible, que la soberbia lo embargó y no recibe ni a sus “amigos”, vaya, a algunos no les contesta ni los mensajes.
Todo mundo sabe que el nativo de Tlacolulan, tiene una muy estrecha, cercanísima relación con Carlos Brito Gómez, el vetusto jerarca del PRI a quien le reporta todos los días.
Dice Sun Tzu en su libro el Arte de la Guerra que “un gobernante brillante o un general sabio que pueda utilizar a los más inteligentes para el espionaje, puede estar seguro de la victoria. El espionaje es esencial para las operaciones militares y los ejércitos dependen de él para llevar a cabo sus acciones. No será ventajoso para el ejército actuar sin conocer la situación del enemigo y conocer la situación del enemigo no es posible sin el espionaje”.
Dentro de ese contexto, aquellos que votaron por Miguel Ángel Yunes Márquez, sírvanse pasar a solicitar empleo en la nueva administración estatal, pero no olviden llevar la selfie que demuestre su voto a favor de “Chiquiyunes”, es único requisito y seguramente se harán merecedores de alguna dirección como la que hoy ostenta con un fabuloso salario, el médico Fernando Castillo Acevedo, quien por cierto se encuentra en la mira de la Contraloría General del Estado y del Orfis, debido a que violando la ley, presuntamente ha otorgado a empresas “a modo” millonarios contratos de forma directa, es decir, sin licitación. Sigo investigando al respecto, ya les platicaré estimados lectores. Hasta aquí por el día de hoy. |