Esta semana arrancó poniendo a prueba el dominio de los fundamentos por parte del gremio periodístico. Las notas falsas, lo que antes se conocía como “los borregos” y que ahora, en los tiempos de las redes sociales, se bautizó como “fake news”, marcaron la agenda.
Quizá el “apócrifo” que más resonó fue el de ese supuesto comunicado dominical de la Presidencia de la República que salía a “desmentir” presuntos movimientos en el gabinete de Veracruz, advirtiendo que el gobierno federal era “respetuoso” de los principios constitucionales de no intervención y autodeterminación de los pueblos, por lo que advertía que el gobierno federal no participaba en la política interior de Veracruz.
El texto, en realidad, no comprometía a nadie, pero pudiera ser que la intención fuera que funcionara como punta de lanza, que abriera camino para que, por esa misma ruta, entraran más adelante otros dardos, esos sí envenenados.
Quizá lo más grave de ese tema fue que, de forma fortuita (o, quizá, a propósito) ese falso comunicado circuló desde las cuentas de una experimentada y reconocida periodista, hoy al servicio del gobierno de Cuitláhuac García, la reportera Fanny Yépez.
Pocas horas duró el montaje, pues en cuanto se detectó fue desmentido y fueron borradas casi todas las huellas.
Pero el lunes brincó otra bomba, ésta desde las páginas del prestigiado periódico de circulación nacional “Reforma”, en el que se da a conocer que el exgobernador de Veracruz, Javier Duarte, habría ofrecido a la Fiscalía General de la República (FGR) “pruebas sobre el dinero que desvió desde el Gobierno de Veracruz para la campaña de Enrique Peña Nieto en 2012”.
Pero si algo ha demostrado Javier Duarte, es que desde su sitio de reclusión se mantiene bien informado y tiene manera de comunicarse, casi en forma permanente, con el exterior.
Este mismo lunes en su reactivada cuenta de Twitter, Duarte de Ochoa respondió:
“La información que publica hoy el diario @Reforma es inexacta y especulativa. Derivado de la solicitud que hice me reuní con personal de la @FGR, donde hablé de temas generales, sin embargo aún no rindo declaración ministerial, por lo tanto es imposible sepan qué voy a declarar”.
En realidad, de lo que sí tiene información el exmandatario veracruzano (y ya se la ofreció a la Fiscalía General de la República) es acerca de la forma en la que los gobernadores emanados del PRI eran “coercionados” desde la Secretaría de Gobernación para que dieran dinero a su partido.
Y quien se ve involucrado en esas acciones es el actual senador priista, Miguel Ángel Osorio Chong, quien estuvo a cargo de la Secretaría de Gobernación durante la gestión de Enrique Peña Nieto.
Lo que se percibe en este libelo es la intención de Miguel Ángel Osorio (y, por ende, de su cómplice Miguel Ángel Yunes) de desviar la atención de la opinión pública y sugerir que el verdadero objetivo del los ataques de Duarte de Ochoa es el expresidente Peña Nieto y que, por lo tanto, el exsecretario de Gobernación sería una “víctima colateral” de esa campaña.
Nada más lejano a la realidad.
Javier Duarte ha sido muy claro al denunciar, que en contubernio con Yunes Linares, Osorio Chong fue minando la buena relación que él tenía con el Presidente y al final logró convencerlo de que actuaran en su contra.
Los mensajeros, los mecanismos para recabar dinero, los mensajes cifrados. Todo lo que Javier Duarte (y muchos otros exgobernadores) sabe, quedará asentado en la declaración que haga al Ministerio Público federal.
Lo decía Alfonso X, El Sabio, Rey de Castilla y León: “Los que dejan al Rey errar a sabiendas, merecen pena como traidores”.
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Epílogo
Llega a tales extremos la desesperación del grupo “yunista” que pretende mantener su influencia en la dirigencia estatal del PAN, que decidieron actuar contra todos aquellos que los “traicionaron” y les iniciaron procesos para expulsarlos. El problema es que, antes de hacerlo, no actualizaron su padrón. *** Este lunes Óscar Lara Hernández mostró el documento que entregó en febrero del 2017, a quien era dirigente estatal del PAN en ese entonces, José de Jesús Mancha, anunciándole su decisión de renunciar al partido. Hoy se entera de que lo quieren expulsar de un partido al que ya no pertenece. *** ¡Vaya lío el que se generó en la sede de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, luego de que el enlace de prensa de esa dependencia, Javier Contreras, impidió el acceso a dos reporteras. Las autoridades de la dependencia explicaron que la invitación había sido restringida a los medios de comunicación que estaban anotados por haber solicitado audiencia con el secretario, pero “alguien” clonó la invitación y la hizo circular a todos los medios. *** ¿Por qué limitar la convocatoria? ¿Cómo y a través de quién se “filtró” y se “clonó” dicha invitación? ¿Qué se requiere para tener la posibilidad de entrevistar al titular de la SSP?
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