No se cumple porque no es lo mismo una promesa de campaña que un compromiso hecho gobierno.
Por ello, por el adeudo de los 2 mil millones de pesos a empresarios, por la inseguridad pública, por la ausencia de empleos y el desatinado gobierno es que Veracruz, está paralizado.
Es un elefante blanco que no se sabe cómo echar a andar.
Ahí está, con un presupuesto histórico que no puede tocar porque está destinado al aeropuerto de Santa Lucía, a la refinería “Dos Bocas” y al proyecto del Tren Maya.
Y ante ello no hay reclamo que valga.
“Se nos ha dicho que está lista la información pertinente sobre el avance que guarda la revisión de los adeudos, empresa por empresa… pero en los hechos no hay ni información ni pago”, sostiene el empresario Castañeda Nevares.
Los empresarios adheridos a la “AC Empresas SOS” llevan años en sus reclamos de pago.
Desde el duartismo hay incumplimiento. Ya para el Yunismo fueron maltratados y amenazados con cárcel y con el Cuitlahuismo simplemente la consigna es no pelarlos… simplemente los acreedores ¡No existen!
“Entendemos la respuesta lenta producto de la crisis; también entendemos la situación que guardan las finanzas públicas y que las empresas fantasma obliguen a una minuciosa revisión, pero no entendemos el vacío en la información que violenta la certeza jurídica”, dice Castañeda Nevares.
Y no le falta razón cuando presume que el gobernador Cuitláhuac García, brinca de una promesa a otra, de un compromiso incumplido a otro y de una necedad a otra.
“Ello nos obliga a que a partir de este martes 24 de septiembre comparezcamos ante las dependencias de gobierno, empezando por la Secretaría de Seguridad Pública, para exigir se nos dé puntual respuesta a nuestra demandas”, asumen los empresarios.
Y de nuevo, como dice el dicho, la burra al trigo.
Para los morenos no existe el reclamo que no sea el de ellos; tampoco la revocación del mandato ya que si para la república se exige que sean más de 30 millones de mexicanos los que tumben a López Obrador, para Veracruz se da por sentado que sean más de dos millones para deponer a Cuitláhuac.
Dos millones que, sin duda, se juntarían a la primera convocatoria ciudadana, sin embargo, de excusas y evasiones está hecha la estructura de poder.
En ese escenario se observa pues, que la única tabla de salvación está en las urnas.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo |