Al pie de la letra.
Raymundo Jiménez García.
 

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Barbas a remojar
2019-10-18

A diferencia del abogado Juan Collado y del recién depuesto líder del sindicato petrolero Carlos Romero Deschamps –quienes hasta hace un par de meses solían departir con las altas élites políticas y empresariales del PRI y PAN a las que el presidente López Obrador llamó “la mafia del poder”–, el ex gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, durante más de 30 años priista y desde 2005 militante de Acción Nacional, siempre ha estado al servicio de los grupos oligárquicos surgidos desde el sexenio del ex presidente Carlos Salinas de Gortari, su último gran protector que después del zedillato resurgió como el principal factor en las sucesiones presidenciales de 2006 y 2012.


Por eso las alternancias en el poder entre el Revolucionario Institucional y el partido blanquiazul jamás preocuparon a Yunes Linares, quien lo mismo ocupó cargos medianos en el gobierno del presidente Ernesto Zedillo –en el que estuvo a cargo de los reclusorios federales y terminó como asesor de la Secretaría de Gobernación– que en los de Vicente Fox y Felipe Calderón, ambos panistas, con quienes se desempeñó como subsecretario de Seguridad Pública y director general del ISSSTE, respectivamente.


Sin embargo ahora, tras el tsunami electoral de 2018 que por fin llevó a López Obrador a la Presidencia de la República, Yunes está en la total orfandad política. Igual como quedaron Rosario Robles, ex titular de la Sedesol y de la Sedatu; Juan Collado, el llamado “abogado de la mafia del poder”, y Romero Deschamps, el principal financiador de las campañas priistas en los últimos cuatro sexenios.


Este miércoles, luego de confirmarse la sorpresiva renuncia del poderoso líder del sindicato de PEMEX y conocerse las investigaciones que actualmente realiza en su contra la Fiscalía General de la República y la Unidad de Inteligencia Financiera por presunto lavado de dinero, el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República, Ricardo Monreal, lanzó la siguiente advertencia desde su cuenta de Twitter: “Muchas personas creían que ‘cero tolerancia’ y ‘cero impunidad’ eran frases huecas; algunas otras dudaban de que se pusieran en práctica. Hoy, la mayoría, hasta los escépticos, saben que va en serio, que el cambio de régimen no admite excepciones”.


Coincidentemente, ese mismo día, Yunes buscó ser entrevistado por el periodista Ciro Gómez Leyva, quien en su noticiario nocturno de Imagen TV había comentado que la situación del actual gobernador panista de Chihuahua, Javier Corral, era muy diferente a la del ex mandatario veracruzano, pese a que el chihuahuense también ha tenido fuertes discrepancias políticas con AMLO.


En su entrevista con el también conductor del noticiero radiofónico de MVS, Yunes se victimizó, tratando de justificar las injurias y calumnias que como gobernador profería en contra del ahora Jefe del Ejecutivo federal cada vez que como dirigente nacional de Morena visitaba Veracruz.


“Se trataba no de mi persona, se trataba de mi familia también –argumentó Yunes–, y lo que hice fue convocar a debate y eso no tiene nada de malo, no tiene que ser penado ni tiene por qué ser perseguido alguien por hacerlo. En la medida que las expresiones subieron de tono, yo también subí mi tono, eso sí, sin duda, pero no por eso puede ser alguien perseguido, y si me persiguen a mí, que persigan a todos los que utilizaron palabras duras en el debate de la elección presidencial de 2018 y adelante, muy bien. Donde existe la misma razón debe existir la misma disposición, eso es un régimen de derecho, lo otro estamos hablando de un régimen totalitario que espero no se dé en México…”


Yunes reconoció que sí hizo tales expresiones, entre ellas la de “loco”, pero puntualizó que no fue el único que increpó al ahora Presidente en su campaña.


“Yo no me evado. Fui muy duro al expresarme acerca de él. Si esa es una razón, digámoslo así… yo recuerdo perfectamente lo que sucedió y en qué contexto se dio. Yo recuerdo que prefería no intervenir en los procesos políticos pero llegaba en ese entonces candidato, llegaba a Veracruz y lo primero que hacía era decir ‘asesinos’, ‘ladrones’… ¡todo lo que se te ocurra! y entonces yo salía y respondía…”


El panista reiteró que todas las expresiones se dieron al calor del debate político, y que López Obrador también recibió críticas de otros actores políticos. Con ese argumento increpó a Gómez Leyva:


“Si tú dices que se va a proceder en contra mía porque yo hice esto, porque yo fui muy duro en el debate, esto quiere decir que también se procedería contra quien por décadas señaló sin tener ningún fundamento como ‘asesinos’, ‘ladrones’, ‘corruptos’, ‘fifís’, todo esto, a muchas personas. ¿También se va a proceder? Porque en materia jurídica, en derecho, hay un principio general que señala que donde hay la misma razón debe haber la misma disposición, o se trata hoy de que sólo se proceda en contra de los adversarios políticos utilizando la maquinaria del Estado o se va a proceder en contra de todos, porque yo recuerdo muchas expresiones injuriosas durante muchos años.”


Pero si López Obrador decidiera perseguir penalmente a Yunes no sería sólo porque lo haya llamado “loco”, “cobarde”, “corrupto” o “cómplice de Javier Duarte”, sino porque el ex mandatario panista de Veracruz tiene también mucha cola que le pisen, tal como ha ocurrido con Rosario Robles, Juan Collado y ahora Romero Deschamps.


Recuérdese, por ejemplo, aquella famosa “Carpeta azul” que López Obrador recibió con toda la lista de propiedades que el panista y sus hijos poseen en México, Estados Unidos y España, y que Yunes muy difícilmente podría justificar con sus ingresos lícitos.


Precisamente, en abril de 2017, luego de que un diario capitalino difundiera dos videos que mostraban a la entonces diputada local de MORENA con licencia, Eva Cadena, recibiendo supuestamente dinero en efectivo para su campaña como candidata a la alcaldía de Las Choapas, el tabasqueño dio a conocer en su página oficial esta “Carpeta azul” del “enriquecimiento ilícito” del ex mandatario veracruzano del PAN, la cual aseguró habérsela enviado al entonces presidente Enrique Peña Nieto para que, a su vez, se la entregara al secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, uno de los aliados de Yunes.


“Parece inmobiliaria”, ironizó AMLO sobre las múltiples propiedades detectadas en Veracruz, en la Ciudad de México, en Norteamérica y Europa, al todavía gobernante veracruzano.


 Ante las pruebas exhibidas por el aún dirigente nacional de MORENA, Yunes respondió que esas acusaciones ya las había presentado ante la PGR su antecesor Javier Duarte, antes de que el priista huyera y fuera capturado en Guatemala.


“Pues sí, son denuncias que presentó su amigo Javier Duarte, las dio a conocer a través de ‘El Universal’. López Obrador ya no niega su relación con Javier Duarte, ahora le sirve para atacarme, seguramente lo hace porque recibía dos millones y medio de pesos mensuales”, expresó Yunes en un video difundido en redes sociales.


“Las denuncias en mi contra que trae López Obrador son las que presentó su amigo Javier Duarte ante la PGR. ¡Siguen encadenados!”, difundió el año antepasado el sarcástico mandatario panista a través de su cuenta de Twitter.


 Ahora se siente amenazado por el Presidente sólo porque, dice, lo retaba públicamente a debatir cuando AMLO andaba en campaña.


 


 

 
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