Lo expresó el Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), el ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, en su mensaje el pasado 24 de febrero, cuando se conmemoraba el Día de la Bandera:
“Reconozcamos que no habrá justicia mientras esta no sea accesible en condiciones de igualdad, mientras las leyes y los expedientes judiciales sigan siendo indiferentes a las barreras que la sociedad impone a las mujeres, a los pueblos y comunidades indígenas, a las personas con discapacidad o a los miembros de la diversidad sexual. No podrá haber justicia mientras no tengamos jueces más preparados, más imparciales y más independientes, que sepan juzgar en perspectiva, que entiendan el contexto social en el que emiten sus fallos y que no respondan a otro interés que el de la justicia y el derecho”.
Para Mariana Moguel Robles -hija de quien fuera titular de Sedesol y de Sedatu durante la administración de Enrique Peña Nieto, hoy prisionera en el penal de Santa Marta Acatitla, Rosario Robles- es momento de que el Presidente del Poder Judicial de la Federación demuestre en los hechos lo planteado en su discurso.
“No lo dijo en una charla informal. Lo expresó frente al símbolo más importante de nuestra nacionalidad, la Bandera de México”.
Mariana Moguel emprendió una cruzada nacional para dar a conocer los agravios de los que ha sido víctima su madre, y la conjura desde los más altos niveles de decisión en el país para perjudicarla.
Hasta la fecha hay una sola imputación en contra de Rosario Robles, que es una supuesta omisión, por no haber informado a su inmediato superior jerárquico (en este caso el Presidente Enrique Peña Nieto) sobre irregularidades que se habrían detectado en la dependencia a su cargo.
Ese delito no está considerado, en el nuevo sistema penal, como uno de los que amerite la medida cautelar de prisión, y sin embargo el juez (Felipe de Jesús Delgadillo Padierna, sobrino de Dolores Padierna y de René Bejarano, ambos con intereses políticos en contra de Rosario Robles) decidió, en forma unilateral, imponer la medida preventiva “justificada” de prisión, ante “el riesgo de que pudiera darse a la fuga”, a pesar de que la exfuncionaria se presentó voluntariamente a enfrentar el proceso iniciado en su contra.
Al mismo tiempo que se le inició este procedimiento por la vía penal, a Rosario Robles se le abrió un juicio político en la Cámara de Diputados y la Secretaría de la Función Pública, a pesar de admitir que su situación patrimonial es acorde con sus ingresos como servidora pública, decidió inhabilitarla por diez años, decisión que fue revocada por el Tribunal de Justicia Administrativa.
Rosario Robles no robó, Rosario Robles no mató, Rosario Robles no cometió delito alguno que amerite que la mantengan encerrada en una celda de dos metros de largo por dos metros de ancho.
Enterada de que era requerida por la justicia mexicana, Rosario Robles retornó de un viaje al extranjero para acudir, puntual, a la cita de las autoridades judiciales. No huyó, ni buscó un país en busca de asilo político, ni se escondió en ciudades o fraccionamientos onerosos. Desde su primer encuentro con las autoridades, Rosario Robles se mostró dispuesta a enfrentar el proceso en su contra y demostrar que actuó siempre apegada a la Ley.
Pero no era eso lo que buscaba quien hoy gobierna el País.
Andrés Manuel López Obrador utilizó como bandera de campaña el combate a la corrupción y encontró en esta mujer el emblema del cumplimiento a su compromiso electoral.
¿Inocente o culpable?
Eso a él no le importa.
Desde su óptica es la encarnación de “los conservadores”, de aquellos que él escogió para exhibir como “los enemigos de México”.
Mariana Moguel advierte que no parará hasta ver a su madre fuera de la cárcel y defendiendo en tribunales su inocencia y cada vez son más quienes le manifestan su respaldo.
Al final, ese “trofeo” del combate a la corrupción, podría convertirse en el principal lastre del Presidente.
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Epílogo.
Luego de tres días sin clases (en especial los estudiantes de Veracruz, Boca del Río, Medellín y Xalapa, que tuvieron dos días de asueto por el Carnaval y uno más por los riesgos que implicaba el Frente Frío) la Secretaría de Educación de Veracruz anunció que este jueves se reanudan las clases para todos los niveles educativos en Veracruz. Ya había rumores de que la suspensión de clases se prolongaría por el resto de la semana, pero las autoridades lo desmintieron. *** El gobernador Cuitláhuac García salió a las redes sociales (pues él, como Miguel Ángel Yunes, prefiere esa vía para comunicarse con los veracruzanos) que en el mes de enero los casos de feminicidio se redujeron en un 70%. Tras encabezar la Mesa para la Construcción de la Paz, el mandatario estatal escribió en su cuenta e Twitter: “En la Mesa para la Construcción de la Paz evaluaremos continuamente los resultados de nuestras acciones. Nos alienta, por ejemplo, que en enero se disminuyó 70% el feminicidio”. *** De inmediato las organizaciones civiles salieron a desmentirlo. El Colectivo Feminista “Cihuatlahtolli” asegura que en la entidad, desde el mes de enero han sido asesinadas 30 mujeres. ¿Quién miente?
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