Los años entre la prepa y la carrera y mis inicios laborales los reparti entre la Lucha Libre y el periodismo, mi vida en el Pancracio se mantuvo en secreto porque eran dos mundos distintos, mis amigos de estudio no eran aficionados a la Lucha Libre, y el mundo del cuadrilatero era muy ajeno a la Universidad, de los pocos que compaginaban esas actividades era Porfirio Portilla, que practicaba la lucha grecoromana y Emeterio Lopez Márquez que fue boxeador. En esos años en Europa se producía la mejor música juvenil: La ola inglesa, los italianos y los franceses eran los más populares : junto a los Beatles y los Rolling o los Ermitaños de Herman se escuchaba Il Sorpasso interpretada por Catherine Spaak o Parola Parola con la voz grave de Alain Delon.
En 1973 me enteré que iba a ser padre, fue una agradable sorpresa, sin embargo no dejaba de cuestionarme : que clase de padre iba a ser? También me preguntaba si tendría la capacidad de educar a mis hijos, era un gran reto, pero lo asumí con responsabilidad y entusiasmo. Yolanda era muy inteligente y emprendedora e iniciamos con amor esa nueva etapa, ese mismo año nos casamos. Me parece que fue a finales del 73 cuando se llevó a cabo en Oaxtepec el Congreso Internacional de Líderes Juveniles Latinoamericanos, entre los que vinieron estaban dos jóvenes políticos de Venezuela : Juan Carlos López, un joven diputado y Leomagno Flores, que era secretario particular de Carlos Andrés Pérez, candidato a la presidencia. Unis meses después nos enteramos que Carlos Andrés habia ganado las elecciones y recibimos la invitación para asistir a la Toma de Posesión, en la comitiva estaba Enrique Garay, Humberto López, Roberto Medrano, entre otros, cuandi llegamos a Caracas, los jóvenes que nos recibieron nos irganizaron una fiesta, una linda venezolana se me acercó y me preguntó si "me queria un palito", entusiasmado le dije claro que si, fuimos a otro salón de la casa donde estaba el bar y me sirvió una copa, yo me iba aflojando la corbata esperando la accion y admirado de la desinhibición de la compañera, cuando me terminé la copa, me preguntó: quieres otro palito? Fue hasta entonces que me cayó el veinte, Afortunadamente no me había alocado ibamos por tres días y nos estuvimos un mes, nos facilitaron un avión para recorrer todo el país, nis atendieron como principes, especialmente las venezolanas. |