Estos ciudadanos han expresado audaces iniciativas. Una atrae la atención. La suscribo y me sumo. Surge cuando un amigo experto en teoría y praxis política calcula que cualquier candidato en un municipio como Xalapa necesita gastar por lo menos 50 millones de pesos para tener probabilidades reales de ganar la elección de alcalde. ¡Imagínense!
Entonces han acordado sugerir a los candidatos de todos los partidos que en vez de invertir tanto dinero en una campaña convencional, se conforme un fondo común para apoyar a víctimas del Covid19, tanto a los contagiados como a sus familiares.
De esta manera y tomando en cuenta la pandemia, no realizarán recorridos ni concentraciones masivas para pedir el voto popular. Recurrirán a redes sociales, medios de comunicación impresos, electrónicos y digitales; perifoneo, llamadas telefónicas, volantes y anuncios espectaculares, etcétera.
Para qué derrochar recursos económicos que bien pueden usarse en causas nobles, como médico y medicinas para los afectados por el coronavirus.
Más adelante, tras superarse la crisis de la pandemia, el dinero hasta ahora destinado a campañas políticas, se ocuparía en becas y desayunos escolares, y en ayuda mensual directa a las familias más pobres.
Cada año los partidos se llevan miles de millones de pesos a nivel nacional. Esto es inadmisible mientras haya multitud de desempleados y gente en la miseria.
Así que, señores aspirantes y candidatos, reflexionen, efectúen campañas austeras, sin dispendio. La contienda será más pareja, sin ventajas para nadie, que gane el de las mejores propuestas, no quien posea más dinero para comprar votos.
Expongo aquí esta ocurrencia, aunque la colega y amiga Claudia Guerrero presuma que he sido afectado por el encierro. Con las debidas precauciones, salgo de casa todos los días.
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