La prisa por demostrar a los electores que las políticas del gobierno actual son un desastre, llevó a muchos analistas ‘expertos’ de la economía a proclamar mediáticamcnte que la economía mexicana había entrado en recesión.
Lo anterior con las obvias consecuencias de traer desempleo, inflación, deudas bancarias que se volverían impagables por las altas tasas de interés que vendrían.
Una estación de radio del Puerto de Veracruz de corte conservador, durante un mes, insistió en invitar a economístas de la CDMX y locales, -disque expertos-,que repitieron el mismo discurso del negro e inminente entrada de la economia nacional en una fase recesiva.
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Pero…
Las cifras recientes del INEGI -de los dos primeros bimestres del año- enfriaron las proyecciones catastrofistas y la caída de los argumentos reiterados de los ‘expertos’ analistas económicos: Las exportaciones crecieron, las importaciones bajaron, las remesas de mexicanos radicados en el extranjero -USA y Canadá- aumentaron, el Producto interno Bruto real, PIB, aumentó poco pero creció; el desempleo bajó, el peso ha llegado a estar por debajo de los 20 por dólar y la inflación sigue bajo control.
Es decir, el PIB no llegó a bajar los dos bimestres consescutivos, que diagnostican recesión.
Total y que el discurso conservador cambió y hoy se dejó de hablar de recesión, y lo suavisaron por el de desaceleración, -que es lo que realmente pasa en la economía-, pero las advertencias negras de los expertos, esas, siguen siendo las mismas y no cambiarán.
Y, pues ni modo, así es la lucha política por el poder y no cambiará.
Allá quienes se dejan espantar con el petate del muerto. Aquí no se afirma que la economía mexicana pueda caer en recesión, pues ante el discurso agresivo de Donald Trump, no solo la economía mexicana está en riesgo, sino las de todo el mundo.
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