Pero se dio entonces lo que sería por muchos años la gran debacle del tricolor en Veracruz, cuando perdió la mayoría de las alcaldías en la entidad, teniendo en ese entonces un gran avance el PRD y el PAN, que ganaron varios municipios importantes.
El último día de Yunes como presidente del PRI en Veracruz, hizo todavía un gran evento, una despedida casi faraónica para salir "dignamente" de la sede del partido en medio de una valla metálica, con su fiel escudero Jaime Téllez Marié al frente; las mujeres (muchas admiradoras enamoradas de sus ojos verdes y porte sirio) le gritaban "¡Licenciado, muchas gracias por su liderazgo! ¡Lo vamos a extrañar!".
Y así entre besos y abrazos, Yunes se despidió del PRI anunciando que en esos momentos se dirigía la Ciudad de México como para hacerse el importante político todavía necesario para ese sistema tan arcaico que estaba comenzando a morir.
Pero no: unas cuadras más adelante lo esperaba otra camioneta, más o menos a la altura de los lavaderos de la avenida Ruiz Cortines, para dirigirse a su mansión en El Estero.
Antes de subir, cegado por el coraje, espetó: "¡Que chinguen a su madre! ¡Hice lo que pude! ¡Yo ya hice lo que tenía qué hacer y tengo mi lana!"...
Queda un mes del gobierno yunerasta... ¿Qué habrá dicho cuando perdió la elección su hijo? ¿O cuando de plano no pudo revertir la situación? ¿Qué dirá ahora que salga del Gobierno? ¿Habrá hecho lo que pudo, lo que tenía que hacer? ¿Hará otro evento faraónico para despedirse? Pero sobre todo, ¿hizo más lana?...
Queda un mes y horas para el gobierno yunerasta... Se acabó.
@pablojair |