Las manifestaciones públicas no se hicieron esperar, sobre todo luego de que el Gobierno Federal anunció la contratación de especialistas cubanos.
El gobierno mexicano justificó la medida porque presuntamente los especialistas mexicanos no aceptaban atender las necesidades en lugares no urbanos ni ocupar las plazas vacantes disponibles pero no eran ocupaban los especialistas mexicanos.
Puestas las cartas sobre la mesa, el gobierno mexicano publicitó la apertura de casi 14 mil plazas para las cuales en el primer día se postularon para ocuparlas casi 4 mil médicos especialistas mexicanos.
Zoé Robledo, director del Seguro Social, informó que los especialistas se pueden postular hasta en tres plazas, y los sueldos dependen de la institución de salud que los contrate, pero que en algunos es de 38 mil pesos brutos por mes en el año cero, aunque cada año aumentan, como sucede en el IMSS. En cambio, informó Zoe Robledo en PEMEX se ofrecen sueldos de 51 mil pesos por mes en el año cero, pero no se escalan anualmente como en el IMSS.
Lo que no se ha puesto en la mesa es otro tema, el de las oportunidades profesionales de desarrollo médicas y económicas por las que cientos o miles de casos, una gran cantidad de especialistas que trabajan en sus propios consultorios o en clínicas y hospitales privados y además y de manera marginal en instituciones públicas en las que desde luego su rendimiento y esmero no es el mismo.
Es decir, el problema en el Sector Salud no es tan solo el tema cuantitativo de la falta de especialistas sino el aspecto cualitativo, pues la atención en instituciones públicas es de tercera o cuarta categoría. Además de la reiterada escasez de medicamentos y el maltrato que sufren los pacientes de parte de aquellos que atienden las ventanilas de información, medicamentos o administrativos.
Así que por lo que se ve, el Sistema de Salud mexicano está aún muy lejos de ser el servicio médico digno que merecen los mexicanos y sobre todo de los nuevos ofrecimientos e intenciones de la 4T.
Aquí en Veracruz por ejemplo, el IMSS y el ISSSTE están para llorar.
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(COLUMNA "FIGURAS Y FIGURONES") |