EL TODAVÍA precandidato a la Presidencia Municipal de Xalapa, David Velasco Chedraui, esta consciente de que su trabajo, primero en lo electoral y si la suerte lo acompaña, después en el ejercicio de la futura administración municipal, tendrá que ser mucho más efectivo de lo que fue en la pasada ocasión que tuvo la oportunidad de dirigir los destinos de esta capital veracruzana.

Sin embargo, también está consciente que para llegar a ese punto tendrá que enfrentarse a un verdadero reto, porque a pesar de tener su propia marca, en lo personal y en lo político, sabe que del otro lado hay otra marca que lo estará esperando para poder competir por la posición municipal, considerada también la joya de la corona, no porque se trate del municipio con mayor dimensión presupuestal, sino por la importancia política que ha adquirido en los últimos tiempos.

Ahora más que nunca, Xalapa, es de los municipios más politizados de Veracruz, con una especial participación ciudadana, donde los resultados electorales pueden variar de la noche a la mañana, aún cuando se tengan los números a favor. Por esta razón, los mismos partidos políticos saben perfectamente bien de la complicada situación a la que se enfrentan.

Pero todo este marco de circunstancias no impiden que el ex munícipe vaya para adelante, sobre todo, por la confianza que le ofrece la unidad política de los partidos más sobresalientes de este momento. A pesar de todo, ir en busca de la Presidencia Municipal de Xalapa, avalado por la alianza que finalmente se concretó en su favor, representa una enorme responsabilidad y un trabajo permanente en el tiempo de campaña para tratar de convencer políticamente a todos los sectores que integran la sociedad de esta circunscripción territorial.

David, hombre sencillo y accesible, comprende muy bien que su tiempo, el de ahora, estará dedicado a la atención ciudadana, mediante el acercamiento con la gente. Hacer valer su marca sobre la otra marca, no será nada fácil, porque bien entiende que no es el enfrentamiento político electoral, propiamente, con otro o más partidos políticos, sino con otra marca que también ha puesto su sello personal en todo lo que ha hecho, hace y que piensa hacer.

Aún así, está en pie de lucha, quizá de una guerra política de grandes dimensiones, pero dentro del campo de la civilidad y el respeto por sus contendientes.

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ALGO ESTÁ PASANDO EN MORENA.

DICEN LAS VOCES de la calle, es decir, la opinión pública, más los constantes análisis políticos que se reflejan en casi todos los medios de comunicación, que el partido político Morena, está enfrentando a una seria crisis de credibilidad, la cual se extiende, como pandemia, por todo el país y especialmente en Veracruz.

Pero a eso habría que sumarle la poca confianza que la gente tiene en los gobiernos de la cuarta transformación, luego de que pasados dos años con cuatro meses, no se ven resultados tangibles y menos cuando también los ciudadanos de todos los sectores de la entidad comienzan por creer que esta situación no será pasajera, sino que persistirá hasta el final de los seis años de gobierno.

Morena, también, es prácticamente una desorganización completa, tanto en lo interior como todo lo que refleja en el exterior, por lo que es comprensible en este momento la enorme preocupación que existe dentro de sus cuadros que tampoco parecen estar debidamente apuntalados. Este partido, que ahora se encuentra en el poder, está perdiendo la oportunidad histórica de alcanzar las metas propuestas y de demostrar que en verdad, son mejores que los que ahora forman parte de la llamada oposición.

Su guía mayor, se perdió en los recovecos del poder, sintiéndose el rey de todo el mundo, cuando la realidad comienza ya por superarlo.

Algo está pasando en Morena, pero lo más grave es que lo está evidenciando en tiempos importantes para su propia subsistencia.

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¿QUIÉN SERÁ EL TRAIDOR DE AHUED?

RICARDO AHUED BARDAHUILL, es también, como David, una buena marca política, paralela quizá, al propio partido político que lo postulará para la misión de alcanzar la alcaldía de la ciudad

Sin embargo, todo hace suponer, que dentro de las filas moradas, más bien, hay quienes están operando para dejarlo fuera de la jugada por la sucesión gubernamental. No es la primera ocasión en que se habla de enemigos dentro de sus siglas, sino que es, prácticamente, la reiterada creencia de que no todos los de Morena, están con él.

Ahued, es hasta ahora, una carta fuerte, poderosa por así decirlo, para lograr la candidatura para el dos mil veinticuatro, tanto que desde ahora mucho lo hemos comentado en el sentido de que será uno de los trenes que tenga que enfrentarse con la oposición, seguramente, nuevamente en alianza para buscar sustituir a quien ahora preside el Poder Ejecutivo Estatal.

El Senador con licencia, podría ser traicionado. ¿Quién de todos será el traidor?.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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