AL PARECER, una de las principales condiciones del Senador con licencia, Ricardo Ahued Bardahuill, para participar en la contienda electoral en busca de la Presidencia Municipal de Xalapa, es que lo dejaran en plena libertad para integrar su equipo de gobierno, en el caso de que lograra la victoria en las próximas elecciones del mes de junio.

De ahí que poco a poco va haciendo los llamados a personajes de la vida pública de Veracruz, que lo han acompañado en sus funciones administrativas, para volver, desde ahora, a integrar su propio equipo de colaboradores con los cuales contará en el futuro, si las cosas, como ya hemos comentado, se resuelven a su favor en los comicios que se acercan.

Quizá, a ello se deba la renuncia reciente de la Contadora Pública, Cecilia Coronel Brizio, a las funciones que tendía asignadas en el Órgano de Fiscalización Superior, quien, seguramente, se incorporará a los trabajos que pronto se iniciaran con la campaña política del ex alcalde de Xalapa.

Ricardo Ahued Bardahuill, es un hombre exigente, que ha buscado siempre a los mejores hombres y mujeres en los que tiene plena confianza para llevar a cabo el compromiso de gobernar. Esta vez, se insiste, no será la excepción, por lo que ya está pidiendo a quienes conoce a la perfección que se preparen para poder avanzar en su proyecto político relacionado con la Presidencia Municipal de Xalapa, ahora, con un mayor esfuerzo para competir, porque los tiempos, tal y como lo hemos señalado en otras ocasiones, es distinto.

De esta manera, comenzaría en poner en práctica lo que ya hizo del conocimiento de quienes lo lanzaron nuevamente a este ruedo para conseguir retener la Presidencia Municipal de Xalapa, lo que también quiere decir y este sería el mensaje de que su administración estaría completamente en sus manos, porque conoce lo que se tiene que hacer y a quienes le tienen que respaldar en este nueva misión política.

Así es que pocos serán los morenos que quieran acercarse, desde ahora, al aspirante y tal vez, mucho menos, aquellos que quieran nuevamente recomendar e impulsar a sus más allegados, tal y como ya es una costumbre en los actuales gobiernos de la cuarta transformación.

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¿Y QUÉ HARÁ DAVID, CON SU ADMINISTRACIÓN.?

EL PRIISTA, AHORA TAMBIÉN aliancista por los tres partidos políticos más importantes que lo están proponiendo a la sociedad de Xalapa, tendrá que integrar su equipo de trabajo con propuestas, tal vez, de todos los partidos políticos que lo pudieran llevar al poder. Aquí, se justifica plenamente el compromiso político, porque son las fuerzas políticas bien identificadas que lo están respaldando para poder llegar a ganar las elecciones y por lo tanto, seguramente así se acordó para lograr la alianza, que tenga que gobernar de manera plural, es decir, con la participación de algunos militantes que seguramente habrán de surgir de estos tres partidos, aunque llevando el PRI, la rectoría que en este caso deba imponerse para evitar las comunes intromisiones que podrían desestabilizar, en determinado momento, las funciones relacionadas con su mandato.

Y es que desde ahora se tocan estos temas, porque fueron compromisos, desde puntos diferentes de la contienda, que se tienen que cumplir. De aquí que la elección municipal de Xalapa, sea una justa bien medida y bien entendida por todos los actores políticos que participan.

David Velasco Chedraui, como decíamos ayer, se muestra plenamente convencido de que la victoria está de su parte, por lo que también, desde ahora, ya va viendo como y con quien habrá de gobernar en el futuro.

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¿DE VERDAD, EL PRESIDENTE, ESTÁ ENFERMO.?

NO, NO SE TRATA de un nuevo contagio de Covid, ni tampoco de sus problemas de salud, relacionados con sus males cardiacos, que al parecer, ha presentado en el pasado, sino de la constante presión a que se ha sometido como Jefe del Poder Ejecutivo del país, lo que, según corren los rumores, podrían estarlo minando seriamente a escasos dos años y cuatro meses de sus funciones presidenciales.

Se afirma que sus condiciones de salud, ya no están al cien por ciento, por lo que llegaría a la mitad del sexenio con grandes dificultades para poder continuar el ritmo que le exige su trabajo como Jefe del Estado mexicano.

El peor problema es que tampoco cede a las recomendaciones de sus médicos, haciendo, prácticamente, lo que cree más conveniente, pero siempre bajo sus propias consideraciones, sin dejar que los demás hagan su trabajo y contribuyan a llevar el peso de este gobierno, cuya responsabilidad recae solamente sobre sus propios hombros.

Hay quienes piensan que el poder conferido por los ciudadanos mexicanos, ha sido demasiada carga para su salud, lo que se pone en evidencia constante al tomar decisiones importantes y muchas veces equivocadas, por lo que el país no tiene rumbo definido para poder salir de las grandes crisis que ha tenido que enfrentar.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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