EL MUNDO, en verdad, está pasando por una etapa crucial y no precisamente porque en estos momentos se encuentra en una lucha, al parecer desigual, en contra de un enemigo difícil de vencer, como es el caso del virus que ha diezmado considerablemente a la población mundial. No se trata, tampoco de las constantes guerras comerciales que han llevado a algunas naciones a enfrentarse, calladamente, por lograr el liderazgo que requieren para mantenerse como entes poderosos frente a los demás, ni tampoco se trata de la opresión que algunos pueblos de la tierra siguen padeciendo en sus respectivos países gobernados por tiranos, ni acaso, tampoco, por el sobrecalentamiento global que genera mayores temperaturas, ni del desastroso ímpetu por degradar permanentemente al medio ambiente, sino porque sus mismos habitantes, los que en mucho se consideran humanos, han estado perdiendo conforme van pasando los tiempos. Sí, como lo advierte el mismo Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, el mundo está al borde del abismo, porque ya no hay comunicación plena entre quienes lo habitan y prefieren deshumanizarse para no ver los sufrimientos de los demás, en una absoluta falta de solidaridad y de ayuda mutua.

Se queda corto el mismo dirigente de la ONU, al mandar su mensaje al mundo entero y preocuparse por la pandemia, por la constante violación a los derechos humanos, o como él mismo es claro en advertir que no se toman las medidas necesarias para poder enfrentar los problemas del cambio climático que en poco tiempo ha dado señales claras de que pronto podría gestarse un cambio total del globo terráqueo. No, el mundo necesita reaccionar ante lo que está viviendo y ponerse a considerar las condiciones en que se ha desenvuelto en los últimos tiempos. A ponderar su propia existencia y de valores frente los demás, tanto de generaciones presentes como venideras, pues todos dependen de lo que ahora se pueda hacer respecto al cambio total de ver las cosas. Con el virus, el mundo está diciendo claramente que todos los humanos somos vulnerables y que él mismo padece los problemas que los propios humanos han creado. El mensaje de esta nueva situación mundial respecto de la salud, es que los humanos tienen que ser más solidarios, más unidos para defenderse de las amenazas constantes, las que se generan en la propia tierra, como las que pudieran venir en tiempo corto desde el más allá, desde el confín del universo, donde nadie sabe qué puede estar sucediendo y que pueda, necesariamente, repercutir en este mundo.

La alerta internacional ha sido enviada por el líder de la Organización de las Naciones Unidas, no faltándole nada de razón, porque si bien todo mundo vive preocupado por lo que pasa en relación al virus que ha venido a desestabilizar la salud de los habitantes de este mundo, de forma inesperada, también es el momento preciso para hacer un alto y dar paso a la reflexión unánime de los que habitan el planeta. Sí, el virus que ha matado a mucha gente, la falta de respeto por la vida y subsistencia de los demás, por las mismas condiciones ambientales, por un cambio climático que amenaza al mundo, pero también, al desconocimiento entre nosotros mismos, donde ya no cabe el respeto, la ayuda mutua y la completa deshumanización ante los problemas globales que la propia naturaleza nos envía, no para hacernos mayor daño, sino para hacernos reflexionar sobre el futuro, cierto o incierto que depara a las generaciones de seres vivientes, presentes y venideras.

Bueno pues, el llamado de quien se encuentra al frente del conglomerado mundial, sobre todo, en naciones que se han unido para emprender soluciones adecuadas a los grandes problemas del mundo. La preocupación que ahora siente el Secretario General de las Naciones Unidas, por los grandes problemas que amenazan al planeta, ojalá sea compartida por cada uno que lo habita.

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LA LUCHA POLÍTICA EN VERACRUZ.

NO POCOS ESTÁN DEBIDAMENTE conscientes de que en Veracruz, la próxima lucha política por alcanzar la gubernatura del Estado, será dura, difícil, competida y de un final inesperado.

Se tiene previsto, como muchos analistas lo han comentado, que posiblemente sea Dante Delgado Rannauro, quien quiera volver a buscar la oportunidad de gobernar a Veracruz. No tiene mala imagen el veracruzano, nacido en Alvarado, crecido en Córdoba, y conocido ampliamente en todo el país. Hay que recordar que durante su gobierno, de solo cuatro años, hizo llegar a los pueblos y ciudades, los apoyos necesarios para su modernización, pero sobre todo, posibilidades de salir de las pésimas condiciones sociales en que se debatían.

No hay que perder de vista a Pepe Yunes, quién vendrá a dar toda la batalla, la ultima quizás, en su deseo de lograr verse como Gobernador de la entidad veracruzana.

Pero tampoco hay que perder de vista a los panistas, a los perredistas, pero sobre todo, a los morenos, quienes viven momentos de enorme preocupación política, al saber que su mundo puede cambiar de un día para otro, en una nueva lucha política en Veracruz.

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DICEN LOS PANISTAS, NI YUNES, NI REMENTERÍA.

ALGUNAS OPINIONES VERTIDAS por militantes panistas, aseguran que no desean un panorama político ante la búsqueda de la gubernatura, donde haya Yunes, ni tampoco Rementería. Que hay muchos otros elementos que pudieran contribuir mejor a la estabilidad de este partido, sin olvidar su compromiso con la coalición.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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