Es un legítimo anhelo desde finales del siglo pasado y se requieren miles de millones de dólares. ¿De dónde procederían los fondos? De los Estados Unidos principalmente, como primera opción.
La maestra Victoria Gutiérrez Pérez comentó que también podría haber financiamiento del gobierno de China como segunda opción. Este mes se reunieron representantes chinos con el alcalde electo para hablar del tema. Por lana no pararíamos.
Los planes van muy avanzados y no se trata sólo del teleférico sino de por lo menos tres proyectos más que reactivarían la economía de varios municipios de la región. Muchos servidores públicos han conocido estas propuestas y han pretextado la falta de presupuesto para llevarlas a cabo. Hoy este problema estaría superado.
Ricardo Ahued vio con buenos ojos la iniciativa y se comprometió a analizarla y darle pronta respuesta.
En la Ciudad de México ya tienen su cablebús. En Orizaba cuentan con su teleférico. El de Xalapa es más grande y ambicioso y si no se concreta ahora, con Ricardo Ahued, júrenlo ustedes, queridos lectores, nunca tendremos el teleférico.
¿Por qué? Porque el dinero no es el problema. Puede provenir de Estados Unidos, de China o de otros países, incluso de inversionistas mexicanos. Si los proyectos están bien diseñados y sustentados, no hay motivos para darle largas.
Durante la reunión, a la que también asistí, percibimos a un Ricardo Ahued, político y empresario, con sensibilidad social xalapeñista. Le pedimos que con franqueza nos respondiera si esta obra es factible o no.
Dice el economista Lino Perea, autor de todos estos proyectos, que la primera etapa podría iniciarse la próxima semana. Si yo fuera alcalde, empezaríamos mañana mismo a construir el teleférico. Es un sueño posible. |