Figuras y figurones.
Francisco Licona.
 

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62.1% la popularidad más baja de AMLO en los últimos 5 meses
2022-02-16

Cuando el periodista Carlos Loret de Mola sacó a la luz en su ‘Capítulo 69’ un video producto de una investigación de Latinus y Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, ese día –hace 20 ya- el mar en que navega el actual gobierno de la 4T empezó recogerse y alejarse de la playa. 


Lo contundente y desequilibrante de esa información se debió más que nada al contraste del contenido del video con el discurso político con el que Andrés Manuel López Obrador llegó al poder y en el que se ha mantenido por tres años consecutivos, combatir la Corrupción, el Tráfico de influencias y el Conflicto de intereses. 


Pero el impacto y el interés que despertó el ya famoso video no ha trascendido quizá por el hecho de cómo vivió y vive el hijo del Presidente, sino por la  pésima forma en que se ha manejado el tema. 


A AMLO le ganó el amor de padre, ese amor que ciega y así respondió. Olvidó que cómo presidente debió mantenerse en su discurso político y ordenar de manera enérgica que las autoridades autónomas hicieran una investigación a fondo y se determinara si en los hechos denunciados públicamente por el periodista Carlos Loret de Mola, Latinus y Mexicanos contra la corrupción, había delitos que perseguir. 


Es decir, no soltar su discurso que había mantenido su popularidad arriba. 


Pero no, el amor de padre le ganó, fue muy superior. AMLO le puso el pecho a las balas y en el camino fue inflando el tema con sus respuestas, cometiendo incluso presuntos delitos que afectan el derecho a la privacidad de las personas y soltando información que en lugar de calmar las aguas las han embravecido. 


A estas alturas, ya no solo es Carlos Loret de Mola, Latinus y Mexicanos contra la corrupción, sino todos aquellos medios de comunicación que han sido señalados en las conferencias mañaneras y los partidos políticos de oposición que al percatarse de que el tema le dolió al presidente, olieron sangre y se le han ido con todo, llegando incluso a interponer denuncias formales ante autoridades mexicanas y escalando el tema hasta las autoridades de los Estados Unidos. 


El problema es que, a como se ha visto, en Presidencia no cuentan con un plan para desactivar el tema; al contrario, parecería ser que a medida que pasen los días se pondrá peor. 


Hoy, después de 20 días, los leños en el anafre político empiezan a soltar flamas. 


El control de daños y la manera de cómo desactivar el tema parece no estar aún en el esquema de AMLO y sus asesores. Inclusive, aunque muchos vieron en aquella ‘pausa’ con las relaciones de España, una linda Caja China que podría contrarrestar el tema del hijo mayor, caen en la cuenta que es el propio AMLO el que se ha encargado de desactivarla al seguir abordando y calentando más el tema de Houston. 


La confianza desmedida podría estar cegando a los estrategas de presidencia. 


Pero quizá les haría bien que echaran un vistazo a las mediciones que cada viernes publica Roy Campos de Consulta Mitofsky, para darse cuenta de que en la popularidad y la aceptación de los mexicanos trae una tendencia a la baja desde hace 5 meses de manera consecutiva. 


Por ejemplo, en el reporte Mitofsky del pasado viernes 11 de febrero la aceptación de AMLO llegó al 62.1%, 7 décimas menos que el viernes 4 de este mismo mes cuando registró el 62.8%. Podría Usted pensar que es muy poco, pero esa disminución representa casi medio millón de mexicanos dejaron de pensar en AMLO como lo habían venido haciendo. 


Y es que además, ese nivel del 62.1% del fin de semana pasada ha sido el más bajo de los últimos 5 meses, cuando la misma encuesta Mitofsky registró el viernes 10 de septiembre el 66%. 


Aunque tampoco se puede decir que esa constante caída que AMLO se deba solo al tema de su hijo mayor, pero sí debiera preocupar que no hayan podido dar claridad al tema de la Pandemia, la vacunación de niños que ya autorizó la OMS y que López-Gatell se niega abrir, la escasez de medicamentos en el IMSS e ISSSTE, la violencia en general y en especial contra periodistas y, sobre todo, preocupa a los mexicanos que la inflación haya superado los 7 puntos y el crecimiento en la Tasa de Interés de referencia. 


Un hecho adicional reconocido es la influencia que tiene la figura de AMLO en materia electoral, y si esta sigue en picada podría tener repercusiones nada agradables en los 6 estados que están por disputarse las gubernaturas. Sobre todo porque hasta el momento en solo dos de ellos MORENA lleva una ventaja ganadora. 


Tampoco se puede olvidar que AMLO se encuentra a tan solo 54 días de la revocación de mandato y su situación podría influir negativamente en el ejercicio de la revocación de mandato de abril, sobre todo para que en las 19 entidades federativas que hoy gobierna MORENA se pueda alcanzar el 40% de las personas inscritas en la lista nominal de electores y por lo tanto un resultado no vinculatorio para que AMLO deje o no la presidencia… resultado que pondría a la oposición en las nubes y con sobradas esperanzas de vencer a AMLO y a MORENA en el 2024. 


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