El presidente es el pueblo, encarna a la patria, es México. ¡Ay de aquel que disienta! No sabe en qué se mete.
Viene la consulta de revocación el 10 de abril y acudirán a votar por voluntad propia, por convicción o por lo que sea, a favor de Andrés Manuel López Obrador continuar como presidente.
¿Y los inconformes? Estos ni siquiera se molestarán en votar. ¿Para qué? Presienten el resultado. Como en tiempos del PRI, cuando la gente no participaba en las elecciones.
El pronóstico es claro. Unos cuantos concurrirán a las urnas y votarán contra la revocación. La diferencia entre el pasado y el presente es que ahora sí sabremos cuántos son en contra y cuántos a favor. Antes nos mentían con los números. Hoy esperamos la verdad.
AMLO obtuvo más de 30 millones de votos en junio del 2018. Esta vez podría alcanzar menos de la mitad. ¿Por qué? Tal vez sus partidarios consideran innecesaria la ratificación de su mandato. O suponen que de todos modos, triunfará la no revocación y que no vale la pena perder el tiempo en ir a votar.
Esta consulta costará miles de millones de pesos y para nada servirá, como inútil fue la anterior cuando preguntaron si se debía enjuiciar a los expresidentes o no. Siguen libres y felices.
En sí, no habrá revocación de mandato presidencial de López Obrador. Yo no votaré. |