La campaña en contra que públicamente le ha hecho Alejandro Rojas Díaz Durán al candidato elegido por MORENA ha sido de antología. Lo persigue con sus encendidos discursos denostativos; lo señala de ser un arribista priísta que se colgó del efecto AMLO para ganar un escaño en el Senado, desde dónde fue inflado para hacerlo candidato a gobernador de su Estado y dejando de lado a otros aspirantes puros de MORENA y claro afines con el Senador Ricardo Monreal.
¿Y qué creen? Sí, acertó, Alejandro Rojas Díaz Durán, era el gallo con el que Ricardo Monreal pensó echarse a la bolsa otro más de los gobernadores que ya siente tener en sus manos para la próxima contienda electoral interna en MORENA. Los otros dos aspirantes que también tenían la bendición de Monreal para que se metieran a la encuesta interna por Tamaulipas eran Rodolfo González Valderrama y Maki Ortiz.
Tanta ha sido la presión y la denostación de Monreal, perdón, de Rojas Díaz Durán, que las encuestas que al principio parecían estar todas a favor de Américo Villarreal en una proporción de 60% a 30% sobre el candidato propuesto por el bloque PAN-PRI-PRD, hoy están enfiladas a la baja y contando. Aseguran en Tamaulipas que todo podría cambiar en un mes, cuando inicien formalmente las campañas, pues la imagen de Américo Villareal está sumamente golpeada por Alejandro Rojas Díaz Durán quien lo califica en público como un ‘candidato endeble’ que se caerá estrepitosamente y MORENA perderá Tamaulipas, un Estado que ya tenían en la bolsa.
Y es que Monreal, perdón, Alejandro Rojas Díaz Durán, esperó hasta que se hiciera la definición oficial del candidato para atacar duro por dónde más le dolería a AMLO y al dirigente nacional de Morena, Mario Delgado: hacer que MORENA perdiera la mayoría en el Congreso Local, logrando que dos de sus diputadas decidieran ‘por su propia voluntad’ abandonar la bancada guinda.
Mientras tanto, el actual gobernador panista Francisco Javier García Cabeza de Vaca, se frota las manos por conservar el poder en su Estado y asegurar su libertad en el futuro. ¿Con quién más que con Monreal pudiera Cabeza de Vaca pactar impunidad?
Pero además, Alejandro Rojas Díaz Durán y su jefe Monreal, han dividido a MORENA en Tamaulipas y se están comiendo vivos a los impulsores de Américo Villarreal, cuya experiencia política no es muy avezada que digamos en las lides electorales.
Y Usted se podría pregunta, ¿Eso qué tiene que ver con Veracruz?
1.- En Veracruz los MORENOS tienen enfrente y casi casado al Senador Ricardo Monreal, desde que en Veracruz le negaron el apoyo en la elección interna rumbo a la dirigencia nacional del partido (tampoco crea que el encono y la animadversión comenzó por los delitos de ultraje a la autoridad);
2.- Se tiene como una de las máximas figuras a ocupar la candidatura al gobierno a una paisana de nacimiento del Senador Monreal;
3.- Alejandro Rojas Díaz Durán, herido como quedó en Tamaulipas, no tendrá empacho en seguir viniendo a los cafés de Veracruz a buscar tumbar al candidato que no sea afín a sus intereses para el 2024;
4.- Monreal ha buscado alianzas políticas personales con el senador Dante Delgado, cuyos intereses en Veracruz son totalmente conocidas, no para él quizá, pero sí para encabezar la coalición PAN-PRI-PRD con algún alfil de sus simpatías;
5.- Es un hecho que el suelo MORENO de Veracruz se está sembrado con dos semillas opuestas en intereses de grupos que al final podría cosechar una fuerte división electoral interna como está sucediendo hoy en día en el vecino Estado de Tamaulipas.
Cuidado, porque el gran ejército romano no fue vencido por ningún otro país o reino, cayó por su propia descomposición interna.
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