La nota aludida es firmada por Joaquín Gil, José María Irujo y Pable Ferri, con fecha 16 de marzo 2022.
Lo cierto es que tener esas propiedades pudiera por sí mismo ser objeto de delito, y dependerá ahora de lo que responda el Fiscal Gertz Manero para que explique si son de su propiedad y cómo se hizo de ellas. En primer lugar, tendrá que aceptar o no que esas propiedades le pertenecen y en segundo lugar, desde cuándo y cómo fue que las obtuvo. Pero lo más importante en caso de que el Fiscal acepte que son suyas, será saber si han sido registradas en la declaración patrimonial que como servidor público está obligado a presentar.
Recientemente, el Fiscal Gertz Manero dijo en entrevista a Denise Maerker que la guerra sucia que se ha emprendido en su contra es producto de su trabajo como Fiscal y que hay por ahí una pequeña ‘casualidad’ en la que los 4 audios filtrados y ahora conocidos, se dieron un par de días antes de que se llevaría a cabo una audiencia en la que estarían involucrados tres abogados y un asesor financiero señalados por extorsión, tráfico de influencias, asociación delictuosa y lavado de dinero, en una denuncia formal presentada por el abogado Juan Collado -en prisión preventiva desde julio del 2009- por haberle querido extorsionar utilizando a una figura tan prominente como la del exconsejero jurídico de la Presidencia„ Julio Scherer.
Este caso, por el momento no tan manoseado, pudiera en realidad convertirse en este sexenio como el más emblemático del combate a la corrupción o en su defecto como el peor de los fracasos de la 4T.
Resulta que los cañones y misiles de Juan Collado, uno de los abogados más poderosos que ha representado a varios políticos más poderosos de este país -como Enrique Peña Nieto y a Raúl Salinas de Gortari-, van dirigidos y apuntan nada más y nada menos que hacia el centro de poder de la 4T, a través del exconsejero jurídico de la Presidencia, Julio Scherer.
Entre los detalles que se han dado a conocer públicamente a través de Animal Político y El Reforma, los abogados de referencia que defendían a Juan Collado, presumían tener un vínculo cercano con Julio Scherer Ibarra y le pidieron hasta 2 mil millones de pesos para tramitar su salida de prisión.
Hasta la fecha, la famosa audiencia de los abogados no se ha podido realizar por cuestiones de los beneficios que otorga el proceso judicial, sin embargo, el Fiscal General de la República llegó a considerar que cuando esta investigación acabe se sabrá lo que estuvo detrás de los 4 videos y, es de suponerse, que también de lo que ahora se ha publicado en El País con respecto a sus millonarias propiedades en Madrid.
Por lo anterior hay expectación en la clase política, pues no solo la cabeza del Fiscal está en juego sino también la del exconsejero jurídico de la presidencia y la de los tres abogados y un asesor financiero que, presuntamente, ofrecieron beneficios a cambio de dinero, garantizados de alguna forma por estar coludidos con el exfuncionario.
La expectación también radica en que antes el abogado Paolo Díez Gargari también presentó otra denuncia similar de ofrecer ‘beneficios indebidos’ en contra de Julio Scherer Ibarra, abogados y funcionarios públicos, es decir, en caso de que se pueda probar la participación del exconsejero jurídico se estaría hablando entonces de un modus operandi que enlodaría la credibilidad de la 4T en materia del combate a la corrupción.
Las preguntas que han quedado en el aire hasta ahora son:
1.- ¿En verdad la salida de Julio Scherer Ibarra de la Consejería Jurídica de la Presidencia se debió a motivos diferentes a las denuncias que se han enumerado aquí, como lo dijo en una mañanera el presidente Andrés Manuel López Obrador?
2.- Si las denuncias de Juan Collado y Paolo Díez Gargari son firmes y lo pueden comprobar, ¿por qué los ataques mediáticos hacia el Fiscal General? ¿O será para doblarlo y que no investigue el caso? De ser así, los ataques mediáticos podrían no provenir de funcionarios del pasado sino del presente para justificar el despido del Fiscal por pérdida de credibilidad.
Por eso este caso es de tal expectación en la clase política que se fue y entre los que hoy ostentan el poder en México.
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