“Confía tu secreto al viento… pero luego no le reproches que se lo cuente a los árboles”
Cierto que tocamos este tema
y lo comentaremos con ejemplos que adquirimos durante los primeros 73 años que llevamos de vida, gracias a Dios sanamente y con el deseo firme de continuar aporreando el negro teclado de mi computadora, extrañando debo decirlo, el clásico ruido de la máquina de escribir de la que nos enamoramos desde las primeras notas informativas deportivas, que a veces enriquecidas, en otras con noticias tristes y en más con la imbecilidad de los funcionarios y políticos baratos que no entienden que informar con veracidad es apoyarlos…
En los años de 1982 hasta 1986 tuvimos la oportunidad de laborar al lado de grandes líderes petroleros de la zona sur de Veracruz, sobre todo, con el guía moral de todos ellos, Joaquín Hernández Galicia, La “Quina” y en varias ocasiones comentaba en las reuniones mañaneras en Ciudad Madero, en Salinas Cruz, Oaxaca, en Minatitlán, – esas sí fueron a las cuatro de la mañana – que en todo hombre y se refería a los que integraban el poderosísimo sindicato de Pemex, “puedo perdonar a un flojo, a un vicioso, pero menos a un ingrato, menos a un traidor, menos a un desleal”. Un borracho decía, el vicio puede causarle daño y se quiere se rehabilita y un ingrato y desleal jamás. Ni aunque vaya a bailar a Chalma.
Estaba en contra de los indiscretos, don Joaquín y considerado un cacique, matón y perpetuado en el poder del sindicato petrolero, no lo sé, le decía a quienes me preguntaban de las chingaderas de La Quina, “a mi me contrató Héctor García como subdirector de Tribuna del Sur”, cierto fue, trabajos de acuerdo a mi profesión. Aprendí de ellos, de Chico Balderas y su sección 11 en Nanchital, de Sebastián Guzmán Cabrera, en la diez de Minatitlán; Onésimo Escobar, en Las Choapas; Cuichapa, Moloacán. Tratamos con el líder Alfredo López Ramos, en Salinas Cruz, buen amigo y xalapeño, todos ellos por desgracia, fueron traicionados.
Como olvidar una charla en el salón de clases de la primaria, cuando el maestro y sacerdote, director de la Apostólica de Teocelo, Luis Oropeza, nos comentó y quedó muy grabado en mi mente el grave daño que causa una indiscreción, una imprudencia, de un chamaco que presumía en su escuela, allá en la ciudad de México, que su papá fue un gran soldado alemán y había ganado medallas y condecoraciones, pero que estaba en este noble país, México, con nombre falso y oculto porque le tenían envidia, lo perseguían debido al asesinato de presos de guerra gringos y que habían estado en las mazmorras, en campos de concentración de lo que hemos leído, es el mayor de los horrores a los que son sometidos los soldados privados de su libertad…
La indiscreción del hijo provocó que su padre fuese identificado y apresado porque en ese colegio llegó a oídos del director, las hazañas que comentaba el alumno y dando informes a Gobernación, el papá del chavo fue llevado a los EEUU y jamás volvieron a saber de él… inocencia o vanidoso, imprudente, indiscreto, lo que haya sido pero no existió la prudencia para hablar, en especial en temas delicados y especiales para actuar con actitudes sensibles…
Más cerca, en la ciudad de Xalapa, un compañero mío de la Prepa Juárez, ya encumbrado en el poder estatal, fina persona, estimado y con fama de honesto, me dijo en un año de los 80 siendo gobernador de Veracruz, don Agustín Acosta Lagunes… “Alfonso, quiero que me acompañes, mañana, tomaré posesión como Director de Seguridad Pública de Veracruz”, y me lo comunicó a sabiendas que no lo publicaría, así se tratara de la noticia de ocho columnas, eso lo llevaré siempre y ese es mi actitud y criterio, ser prudente y confiable con la clase política… por eso tengo muchos amigos en la política y sucede que…
Que antes de las diez de la mañana de ese esperado día de mayo de 1982, se dio marcha atrás en lo de su nombramiento y confiando en que guardaría el motivo, en esos años, porque después él mismo lo analizó y comentó como experiencia, que a una de sus parientas cercanas, muy cercanas, le había dicho lo de su pronta designación en Seguridad Pública, y ella sin poder aguantar esa papa caliente en la boca, con su vanidad, indiscreción, imprudencia y deslealtad, lo comentó a sus amigas, varias de ellas esposas de funcionarios acostalagunistas, para que solo una, una sola de la dama, encabronada le reclamara a su marido que le estaban ganando el mandado… se movió y con traiciones a pesar de tratarse de su compadre, llegó a ese cargo por la intriga, imprudencia y deslealtad de los involucrados… iniciando con la parienta de mi amigo.
Hemos coincidido con amigos que no es conveniente tener compañeros de trabajo o como amigos a personas que no miden lo que dicen o lo que hacen. Hablan y actúan con el cerebro vacío. Por los años de 1976, 77, 78, comprobé deslealtades en este oficio y en la política, incluso uno de ellos que se decía periodista llegado del Distrito Federal y otro del puerto de Veracruz, claras pruebas de ingratitud, de envidia, coraje y traición, cuando en La Gazeta de Xalapa… uno de ellos, presumido además y que ahora se dice abogado, en cierta ocasión dentro de la cobardía rompió mis fotos familiares de la oficina y con una navaja dañó mi escritorio y rompió el asiento del sillón… sin pensar que en el pasillo y barandal que da a la calle de Avila Camacho, - todavía existe ese edificio en el número 284 – casi esquina con Xicotencal, lo estaba viendo la señora que se encargaba del aseo de estas elegantes oficinas del semanario La Gazeta de David Varona Fuentes…
A estos dos fulanos, los apoyé en sus pésimos trabajos de redacción en sus notas, pero siempre intentando bajarme de la subdirección, es más, cuando La Gazeta ya en el diarismo, en la calle de Soconusco, en la Progreso, me acarreó un chingo de traidores, ingratos, ignorantes e intrigosos, porque no les aceptaba notas fusiladas de otros medios o, tantas faltas de ortografía que daba pena corregirlas, hasta que finalmente dejé el cargo y por consiguiente el trabajo que iniciaba a las siete de la noche y concluía a las cuatro de la mañana, cierto es, porque me agradaba presenciar el primer ejemplar de cada edición, es como algo así, cuando nace un niño. No es por nada, este medio de comunicación se vino abajo porque no es lo mismo dedicarse de lleno al noble oficio del periodismo, sin horario y con paga más o menos regular. El periodismo no es un trabajo, es vocación, entiendan.
El problema de la indiscreción es grave, comprometedor que no tiene vuelta atrás. Las palabras no se las lleva el viento, y lo dicho, aunque pidas disculpas, dicho queda…
Viernes 10 de junio del presente año, el evento anual de Periodistas Unidos de Coatepec, entrega de reconocimiento y la coronación de la reina de PU, Abril Díaz, invitados, alcaldes de distrito y la honorable comuna del ayuntamiento de Coatepec… 12:00 horas en el salón “Pacona” de dicho recinto del pueblo, posteriormente, el convivio de la familia periodística y amigos.
Les haremos llegar la invitación, Dios mediante. |