En la primera etapa se construirán vías elevadas con una extensión de dos kilómetros que conectarán el centro de la capital con Santa Ana Chautempan y con el complejo universitario. En las zonas arqueológicas de Tlaxcala, el tren será subterráneo, para no dañar los vestigios de nuestras culturas ancestrales.
La gobernadora Cuéllar explicó que ésa será la obra más importante que haya en su sexenio, y aquí cabe hacer la consideración que será construida y operada por una empresa privada. Le ha tocado al gobierno estatal poner las mejores condiciones para la instalación del Autotrén y negocia con los propietarios para que el costo de los boletos para los pasajeros sea lo más bajo posible.
Suena peculiar que el Gobierno de Tlaxcala haya accedido a que se hiciera una obra de tal magnitud con capital de inversionistas y sin intervención del sector público. Y suena así porque la maestra Lorena es militante de Morena, y ya se sabe que al Patriarca no le gusta que los empresarios participen en obras magnas. Seguramente la Gobernadora hizo una muy buena labor de convencimiento ante las autoridades federales y ante el Patriarca que todo lo ve y todo lo quiere controlar para que le permitieran llevar adelante este proyecto que impulsará a Tlaxcala hacia la modernidad y le traerá grandes beneficios a su economía.
En la presentación del Autotrén Tlaxcala estuvo presente el Gobernador de Puebla, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, y se especula que la empresa podría anunciar en breve la construcción del Autotrén para la zona metropolitana de la Angelópolis.
Da pena ver cómo las capitales de Puebla y Tlaxcala -que son estados con mucho menos riquezas que Veracruz- se modernizan, se transforman, crecen en sus expectativas económicas y de calidad de vida, mientras Xalapa y las zonas conurbadas de nuestro estado se mantienen en una espera de mejores tiempos, porque no hay en ellas ninguna obra de consideración, que sea acorde al poderío de nuestra entidad.
Hace algunos años, el gobernador Cuitláhuac anunció con bombo y platillo que haría un tren suburbano en la capital y hace poco tuvo que reconocer penosamente que no se podría realizar esa obra, porque no había los recursos necesarios.
Sólo como un dato para ponernos a pensar, el Presidente del Consejo de Administración del Autotrén Tlaxcala es el empresario xalapeño Alfredo Chedraui Obeso.
Resulta extraño que no haya invertido en su tierra natal…
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