Ernesto de la Madrid fue el primero en tomar la palabra, de acuerdo con un sorteo entre los cuatro. Se preparó a conciencia para esta ocasión y llevó un discurso de critica férrea en contra del Gobierno de López Obrador, aunque no olvidó la emoción y arengó a los ciudadanos libres a que participen masivamente en la elección de 2024 “y cambien el régimen”. Parecía el rival más débil porque había tenido el menor número de firmas y aparecía último en las encuestas y sin embargo logró crecer gracias a su cuidada participación. ¿Qué tanto? Ya el comité organizador dirá si siguió siendo el más probable elegido que quedaría fuera para la siguiente etapa.
Beatriz Paredes no deja de ser priista, y erró sensiblemente cuando quiso aprovechar el foro para convencer al respetable de que el PRI no es el partido tan pésimo que todos pintan. Mal se vio cuando fue la única que no respetó los tiempos de participación y se siguió casi un minuto más hablando en su arenga final.
Santiago Creel… pues es Santiago Creel. No levanta aunque hace su mejor esfuerzo y viene siendo la versión Sheinbaum del FAM. Su discurso no es malo ni vacío de contenido, pero hay algo en su personalidad que no lo deja prender entre el público.
Y Xóchitl demostró que es la favorita. No porque la haya seleccionado Claudio X, González ni porque la impulsen Fox, Salinas y Calderón.
No, Xóchitl es simplemente la mejor, la más carismática, la más creíble, la más fresca, la más inteligente… y anoche demostró con sus palabras emotivas y emocionadas, razonadas y sabias, por qué es el milagro de la esperanza.
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