La funcionaria igualmente acusó en el TEV con pruebas que su salario fue reducido sin que existiera motivo alguno y de manera totalmente ilegal, así como dio cuenta fehaciente de muchas presiones que sufrió por parte de otros empleados hombres de la comuna.
De esa manera quedó tipificada la violencia de género y el Tribunal veracruzano sentenció en contra de Perdomo Chino, al que le retiró sus derechos políticos por los próximos dos años, mientras permanezca en el Catálogo que mencioné tres párrafos atrás.
Ese alcalde participó como candidato con las siglas del PVEM y sigue siendo militante activo de ese partido. Por eso resulta extraño que personalidades verdes con una presencia notable en Veracruz no hayan emitido una censura ante la condenable actuación de Roberto Perdomo.
No ha dicho esta lengua es mía Javier Herrera Borunda, por ejemplo, que ostenta el segundo puesto partidista más importante a nivel nacional y al parecer tiene mucho interés en lo que sucede en Veracruz por su afán de ser candidato a senador de la alianza con Morena y el Partido del Trabajo. Podría haber aprovechado esta oportunidad de oro el buen Javier para alejar de sí cierta idea que permea en su estado natal de que no es precisamente un político orientado hacia la defensa de las féminas.
Tampoco ha expresado alguna mínima condena el ex presidente estatal del partido, Marcelo Ruiz, quien nuevamente está en funciones de dirigente estatal, después precisamente de la renuncia de una mujer, la prestigiada periodista Eleaney Sesma.
Y menos hemos podido escuchar la voz de mi querida amiga la diputada local Citlalli Medellín Careaga, tan echada para adelante y tan dada ella en otras oportunidades a la defensa de su género. ¿Por qué será que calla?
No es posible que en un partido tan reconocido como el Verde, tan decente al decir de sus líderes, se deje pasar de noche una afrenta tan fuerte en contra de una mujer como la que cometió el presidente Roberto Perdomo Chino, con la complicidad de su tesorero municipal y de otros funcionarios hombres.
Aquí seguimos esperando que desde el Verde digan algo esos señores… y esa señora.
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