Cuando inició su trabajo como gobernador, a Cuitláhuac García se le criticaba su torpeza frente al micrófono. Se tropezaba con las palabras, tartamudeaba y no lograba construir una idea con claridad.
“Pánico escénico”, explicaron los que de esto saben. “Ese no es el problema, preocúpense cuando le pierda el miedo al micrófono”.
Pasó poco tiempo en realidad, para que Cuitláhuac García no sólo no rehuyera a las entrevistas, sino que las buscara. En buena medida, la terapia a la que se sometió lo convenció de que su palabra era “ley” y que todo lo que dijera tenía el peso y la solidez de su jerarquía política.
Desde entonces le hemos escuchado decir no pocas barbaridades. Sin embargo, es muy probable que lo declarado este lunes supere casi todos esos dislates.
Dijo que en la elección para gobernador del 2016 (la primera en la que él participó) “iba ganando”, pero le “aplicaron el fraude” y de pronto apareció en tercer lugar.
Nuestro gobernador tiene la falsa percepción de que los veracruzanos carecen de memoria. En el 2016 Cuitláhuac García era poco menos que desconocido. Era diputado federal por Xalapa, cargo que ganó tras derrotar a Elizabeth Morales, una figura destacada del priismo xalapeño que, sin embargo, fue traicionada por grupos de su mismo partido, ante el riesgo de que “perdiera piso” y se animara a buscar la gubernatura al año siguiente.
Su paso por San Lázaro fue -por decir lo menos- “anónimo”. Todavía muchos recuerdan lo que respondió cuando le preguntaron si no había gestionado recursos para obras en Xalapa: “ese no es el trabajo de los legisladores”.
Durante su campaña aquel año, el propio Cuitláhuac García admitió que casi no conocía el estado, y que en su recorrido iba aprovechando para crear los comités municipales de Morena, partido nuevo, sin estructura, que era respaldado sólo por los obradoristas que se encontraban en el camino.
El propio Javier Duarte, en entrevista concedida vía telefónica desde el Reclusorio Norte en la Ciudad de México, confesó que, en efecto, apoyó a Cuitláhuac García en la elección del 2016 (y ese apoyo no podía ser otro que con dinero y con la operación de algunos de colaboradores de más confianza) con el fin de que la elección se hiciera “de tercios” esto es, que con su ascenso le restara votos a Miguel Ángel Yunes Linares.
“Nunca entendió (Héctor Yunes) que las fichas que moví fueron para emparejar la contienda y que tuviera alguna posibilidad de derrotar a su primo”, afirmaba en ese entonces Javier Duarte.
Sí hubo dinero del gobierno estatal para la campaña de Cuitláhuac García en el 2016. Sí hay cámaras en Casa Veracruz y sí hay videos que registraron esas operaciones. Por supuesto que Javier Duarte no le iba a dar a Héctor Yunes esas imágenes, y por supuesto que no había la menor posibilidad de que Cuitláhuac García hubiera ganado en el 2016. Tampoco lo hubiera conseguido dos años después, de no ser por el “fenómeno Andrés Manuel”.
Hoy sus panegiristas venden al gobernador de Veracruz como “un gran operador electoral”, con el afán de que se “acomode bien” en las campañas de Claudia Sheinbaum y -de confirmarse la apuesta- de Rocío Nahle, para así ellos mantenerse en posiciones que les proporcionen poder y de dinero.
Igual que antes.
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Epílogo.
El gobernador Cuitláhuac García no ha entendido que a los veracruzanos no les interesa las razones por la que se están matando los integrantes de diversos grupos criminales. Lo que todos quieren saber es ¿cuándo acabarán esas matanzas? ¿Cuándo despertarán sin que se escuche que hubo otro ejecutado, o que arrojaron los pedazos de otros cuerpos? *** Este lunes el gobernador dijo saber que la pelea entre bandas criminales en la zona de Poza Rica es “por el robo de gas LP” pues -explicó- representa “un negocio muy redituable”. *** Explicó que la franja donde se comete ese delito -el robo de gas- abarca los municipios de Cazones, Poza Rica, Tihuatlán y Coatzintla. *** Y si ya saben cuál es la razón de la disputa ¿por qué no han logrado desactivarla? La violencia criminal en esa zona repuntó hace ya más de un año, ¿no es tiempo suficiente para atacar de raíz el problema, acabar con el huachicol y, por consecuencia, con la guerra entre bandas? Ganas de hacerse tarugos. *** Por lo pronto, por si creían que había algún “avance” en ese tema, el cadáver de un hombre amordazado y atado de pies y manos fue encontrado en la calle Juan Escutia de la colonia Jesús Reyes Heroles, en Tuxpan. *** El individuo habría sido asesinado a balazos durante la noche del domingo, tras lo cual los criminales dejaron sobre el cuerpo una cartulina con un mensaje. El cuerpo no ha sido identificado. *** Y en el sur, en Coatzacoalcos, el cuerpo sin vida de un hombre, con signos de violencia, fue hallado el pasado domingo dentro de una bolsa negra en el fraccionamiento Ciudad Olmeca. El cadáver fue localizado entre la maleza a un costado del bulevar Los Olmecas.
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