Voz en Libertad.
Francisco Guisa Hernández.
 

Otras entradas
2023-11-16 / Ultraderecha y neoliberal, ¿Qué es eso?
2023-10-26 / Cómo piensa Xochitl II
2023-09-22 / Cómo piensa Xochitl II
2023-08-25 / “un grito desesperado”
2023-08-10 / ¿Educación o adoctrinamiento?
2023-07-31 / Sounds of Freedom ¿Apocalíptica o conspiranóica?
2023-07-18 / Breves Reflexiones sobre la verdad y la congruencia
2023-07-15 / ¿Cómo piensa Xochitl?
2023-06-19 / Tribunal de las “Santas Redes inquisidoras”
2023-06-14 / Xóchitl y su Derecho de Réplica
 
Definiciones: “o somos o no somos”
2023-12-18

Analizando el fenómeno Milei en la Argentina es de reconocer que, aunado al hartazgo de la gente por los 20 años de Kirshnerismo que tienen al país en una muy mala e insostenible situación económica, circunstancia que le dio a Milei todos los argumentos para crear una narrativa disrruptiva muy atractiva y “vendible” a su electorado, también influyó positivamente el hecho de presentarse como un personaje congruente y claramente definido como un Liberal - Libertario de derechas, sin tapujos, sin falsos rubores, ni autocensura por quedar bien con una parte del electorado ideologizado por la izquierda que jamás hubiera votado por él, aunque les hubiera “dado por su lado” con tibiezas y con un discurso ambiguo mediante el cual, incluso, solo habría perdido a su público natural, que era la mayoría del hastiado pueblo argentino, que fueron los que a la postre lo llevaron al triunfo.


En ese contexto y ubicándonos ahora en el ámbito nacional,  considero que, el Frente Amplio por México debe “verse en ese espejo” y tomar ejemplo del caso argentino para definir claramente y de una vez por todas de qué lado del espectro político se ubica la ideología, los postulados y las propuestas que habrán de defender durante la ya muy cercana campaña presidencial, en el entendido de que la tibieza  y la ambigüedad de lo “políticamente correcto” lo único que logra es confundir al electorado exhibiendo la indecisión de un titubeante “no soy de aquí ni soy de allá” que resulta de lo más odioso y en consecuencia rechazado por la gente.


En concordancia con esto, es de reconocer que los partidos políticos asociados en el Frente, difícilmente pueden cambiar de la noche a la mañana, la Declaración de Principios que los sustentan, para acomodarse a una narrativa ajena que los desdibuje ante su militancia, pero es de reconocer también que hoy en día la elección no se trata de plataformas de partidos sino de la personalidad y las  propuestas de candidatos que eventualmente logren posicionarse ante el electorado y les sean atractivos por su congruencia y definición de quienes son y como se conducirán en el ejercicio del poder.


Cuando digo que no se puede andar con tibiezas me refiero a casos donde son tus oponentes los que te hacen arrepentirte de tus convicciones para amoldarte a la narrativa que ellos han definido como lo correcto y aceptable, aunque tú sepas que es lo que ha llevado a la degradación del país, como por ejemplo cuando un grupo de cobardes legisladores, entre ellos Santiago Creel, invitaron en principio al Presidente del partido español Vox y a su Presidente Santiago Abascal a la firma de un acuerdo de colaboración para combatir los embates de la izquierda internacional, para deslindarse luego, comprándole a la misma izquierda la falsa narrativa de que se trata de neonazis de ultraderecha con los que debían estar avergonzados de compartir ideales y anhelos o como la aceptación de una “ideología de género” que sabemos es destructora de lo más preciado que tenemos en México que es la familia; cuando es claro que las ideas liberales es lo mejor que podría pasarle a España y a México, tal como sucedió en Hungría, en Italia, en Holanda, en Argentina, en Ecuador y en El Salvador y por eso digo: ¿por qué debemos deslindarnos de las ideas que consideramos buenas solo para quedar bien con quienes sustentan lo diametralmente opuesto?, como es el caso del socialismo, mismo que ha demostrado haber fracasado en todos los lugares donde ha sido implementado. Así no hay manera de confiar en una propuesta política o en un político cuando ha mostrado que, al primer ataque o descalificación se va a “desdecir” con argumentos cobardes y ridículos como “Yo no dije eso” o “yo ni los conozco”, en vez de refrendar y defender su postura ideológica. Por ello no caben siquiera posiciones de “centro-derecha” o de “centro-izquierda” que creen que tomando un poquito de aquí y otro poco de allá van a quedar bien con todos. ¡No señor!, nada de ambigüedades pues “o somos o no somos”

 
Regresar a la Página Principal
Aviso de Privacidad
 
Comentarios
 
En Política al Día nos interesa tu comentario, es por eso que creamos este espacio para tí. Aquellos mensajes que contengan un contenido vulgar, difamatorio u ofensivo, serán eliminados por el administrador del sitio. Leer normas y políticas