El día de antier fui al cine y durante los cortos y anuncios de nuevos estrenos, previos a la película, vi que ya están anunciando “Sound of Freedom”, para la que por cierto, ya compré mis boletos de entrada, así como que, en esta nueva tendencia de sacar secuelas de antiguos clásicos, también pude ver que pronto pondrán una nueva versión de “El Exorsista”; que si resulta tan buena como la primera de Linda Blair de los 70s. pensé: “esto no me lo puedo perder”.

Así que, influenciado por el trailer del nuevo Exorsista, desde ese día he estado pensando: ¿qué está pasando con la Iglesia Católica que ha permanecido impasible ante el avance del demonio en la mente y la vida, no solo de individuos despistados y corrompidos por el “lado oscuro de la fuerza” sino también en las de grandes conglomerados humanos, como serían los grupos feministas radicales y los colectivos LGBT+?, además de países enteros cuyos gobiernos se han sumado a las nefastas políticas de género, abortistas y nugatorias de la ciencia, de la moral, de la ética y de la lógica, implementadas desde la ONU, organismo que está “cooptado por las fuerzas del mal”, y promovidas en el mundo a través de la llamada Agenda 2030.

Así que  el avance de la película me hizo reflexionar que si la iglesia Católica reconoce la existencia del demonio y su ambición de poder y para combatirlo mantiene un ejército de sacerdotes especializados en exorsismos, como ha trascendido en películas como “El Rito”, “El exorsismo de Emily Rose”, la misma de “El Exorsista”, etc. y no oculta que todo cuanto exponen esos filmes es apegado a la realidad, entonces por qué no convocar a todos esos exorsistas, así como a la grey católica en general para realizar un extraordinario y masivo exorsismo, encabezado por todos los Cardenales, Obispos, curas y diáconos del mundo, incluso convocando a los altos prelados de otras religiones: Judios, Musulmanes, Ortodoxos, Evangélicos, etc. en un esfuerzo ecuménico para, acompañados por la oración de todos los católicos y hombres de buena voluntad del planeta, dar la batalla, conminando al demonio a salir de todas las instituciones globales y a que de una vez por todas deje en paz a la humanidad; en ese sentido, creo que es algo contradictorio por parte de El Vaticano, estar viendo la decadencia moral y ética de la humanidad y su alejamiento de la verdad, de la lógica y ¡de DIOS!, y quedarse de brazos cruzados esperando que Dios “actue de oficio”, como diríamos los abogados, ¿será que ya se rindió la curia romana ante semejante avance del maligno y dejaran todo en manos de Dios sin hacer algo contundente al respecto?, sin utilizar la fuerza de la oración (recordemos eso de ayúdate que yo te ayudaré), cuando siempre nos han dicho: “pide y se te dará, porque Dios ama a todos sus hijos por igual, y siempre responde con misericordia a una oración sincera”  etc. o ¿qué acaso el Papa Francisco no se ha dado cuenta que ya pasó la época de las posesiones demoníacas aisladas y que esto ya escaló todos los límites y está fuera de control en el mundo entero y ahora es toda la humanidad la que está poseída por las fuerzas del averno y necesita que se expulse al demonio de la conciencia universal y se le regrese a los infiernos?, no dudo por supuesto que las oraciones diarias de Su Santidad, El Papa, siempre vayan en ese sentido, así como de las plegarias aisladas que deben abundar por todo el mundo,  sin embargo  creo yo que ya pasó el momento de buscar al culpable de permitir que Satanás haya entrado en nuestras vidas, si es Bill Gates, Maduro, Zukerberg, Kim Yong Un Putin o Macron, no importa, debemos  pasar a la etapa de reconocer el avance del mal y hacer algo para erradicarlo antes de que acabe con la poca o mucha humanidad que nos queda, mi punto es que debemos unir a toda la gente de bien, que somos miles de millones en el mundo para ayudar a Dios en esta lucha contra el mal, en la seguridad de que en el mundo aun somos más los buenos que los malos.

Finalmente quiero aclarar que no digo todo esto desde una perspectiva fanático- religiosa, sino a partir de un análisis serio de la nueva realidad, a la que algunos llaman  “posmodernismo”, y del nuevo orden mundial que mentes perversas nos vienen imponiendo, al eliminar la moral, la ética, la lógica y el razonamiento crítico de los planes de estudio de las escuelas, entre otras acciones “idiotizantes” que se han venido ejecutando por todo el orbe;  lo expreso, desde la posición de un librepensador que sabe reconocer el bien del mal, y si lo quieren ver así, tal vez solo como “un grito desesperado”.