Es evidente el crecimiento de Xóchitl Gálvez y el acierto de la oposición al construir, en el momento preciso, tanto en el timing mercadológico, como en los tiempos electorales que la ley permite, una opción atractiva para los ciudadanos de bien, que no solo incluyó a los partidos políticos que, despojándose de ambiciones por el poder, pensaron en el país y en la necesidad de promover un verdadero cambio de rumbo que nos saque de esta espiral de decadencia y destrucción en que MORENA y la 4T nos ha metido, sino que además se nutrió de la participación de un sinnúmero de organizaciones ciudadanas autónomas y de ciudadanos libres que estaban integrándose vía internet para escoger de entre más de 11 aspirantes a quien sería el o la Coordinador(a) del Frente Amplio por México, así como el acierto en la realización de un proceso de cara a la sociedad que fue desgranando uno a uno a los aspirantes conforme fueron entendiendo que, pesar de lo fácil que podía resultar obtener las 150 mil firmas que se solicitaban para ser considerados serios aspirantes, el tiempo vino dándoles los suficientes argumentos para darse cuenta que nada tenían qué hacer ante otros compañeros que, como Xóchitl, estaban mucho mejor posicionados ante los ciudadanos, siendo la primera en bajarse de la contienda la Senadora Lily Téllez y la última la también Senadora Beatriz Paredes, quedando finalmente únicamente “viva” la Ing. y Sen. Xóchitl Gálvez, por lo que, en congruencia con la austeridad que significa no contar con grandes recursos para “despilfarrar” en un proceso electivo, a esas alturas ya innecesario, se tomó la decisión de ya no realizarlo y “ungir” a la única sobreviviente, Xóchitl Gálvez, como Coordinadora del Frente, para encabezar todos los trabajos del Frente de cara al Proceso Electoral Federal, que ha arrancado este mes y que concluirá con la Elección Presidencial del 2024.
Que ya Sheinbaum y Gálvez sea ya las candidatas de sus respectivas formaciones políticas es falso, pues aun siendo las más avocadas a obtener la candidatura presidencial de cada una de las fuerzas políticas en contienda: el Frente Amplio por México, por el lado de la “gente de bien”, es decir de quienes queremos ver a México libre del comunismo y progresando y por el otro: MORENA, que representa la más clara particularidad del viejo régimen pues busca convertirse en partido dominante, si no es que en Partido Único, y finalmente en Partido de Estado; en este escenario la tendencia es que, de continuar unida la oposición, en México termine por imponerse un Sistema Bipartidista como el de USA, donde los del “Chiquitaje”, en este caso el MC y el independiente Verastegui, tendrán que optar, tarde o temprano, por qué lado van a participar, pues solos y aislados, tenderían a desaparecer.
No obstante haber quedado definida la contienda entre Xóchitl y Claudia, yo me sigo preguntando, tal como hace varias semanas lo hacía: ¿Cómo piensa Xóchitl? Porque aún resuenan en mi mente expresiones suyas que como conservador, demócrata y libertario, son inaceptables como cuando dice estar a favor del “derecho de la mujer a decidir”, que aunque definitivamente estemos a favor de que las mujeres sean libres de tomar sus propias decisiones ¿Quién no?, y sea aberrante conculcar ese derecho, dicho en el contexto de decidir traer o no al mundo un hijo ya concebido y por lo tanto ya existente, es decir, abortarlo, resulta criminal pues significa el asesinato de un ser humano, que en la mayoría de los casos resultaría un niño vivo y viable. Y es por ello que me preocupa que Xóchitl esté cayendo en un discurso que busque congraciarse con un público, en este caso las feministas abortistas, que, por su formación y arraigado izquierdismo, jamás votarían por ella como candidata de la oposición, pues en Claudia tienen asegurada la continuidad y expansión por todo el país de las clínicas abortistas financiadas por el gobierno y por organismos internacionales como Planned Parenthood, tal como lo es ya en la CDMX, mientras que. Por ese mismo discurso perdería presencia y aceptación entre la “gente de bien” que rechazamos esas prácticas, es por ello que, insisto, me gustaría preguntarle a Xóchitl: ¿Cuál es su posición ante la Agenda 2030 de la ONU?,¿Qué piensa sobre la ideología de género?, ¿Qué sobre los libros de Texto que el régimen ha impuesto en las escuelas primarias de México? Y finalmente preguntarle: ¿Acaso coquetea con la extrema izquierda buscando su respaldo? y ¿Qué estaría dispuesta a concederles con tal de conseguir su apoyo?; toda vez que, de sus respuestas dependerá, no solo mi decisión de votarla sino la de millones de mexicanos que queremos ver al país libre de las políticas globalistas que pretenden imponer un “nuevo orden” socialista y comunista en el mundo.
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