Me lo dijeron fuentes federales bien informadas hace dos semanas, y ayer, en entrevista con Ciro Gómez Leyva, lo confirmó el titular del Sistema de Administración Tributaria (SAT), Aristóteles Núñez Sánchez: se investiga al Gobernador Javier Duarte por actos que pudieran derivar en una irregularidad fiscal, así como a 10 integrantes de su equipo, 5 de los cuales estarían relacionados con las empresas "fantasma", o "fachada", evidenciadas por la investigación del portal Animal Político.
Lo he escrito aquí mismo, en El Universal, desde hace algunas semanas, la consigna clara y concisa en la Federación es ir, a través del Sistema Nacional Anticorrupción, por los gobiernos de Veracruz, Quintana Roo y Chihuahua, en ese orden. Lo harán para mitigar, en primer lugar, el bombardeo que en esa materia ha caído sobre el Presidente Peña, y en segundo, buscando responder a una exigencia ciudadana de justicia insoslayable, sobre los 3 enemigos públicos de moda.
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La línea está marcada y la cama bien tendida. Aristóteles Núñez, funcionario caracterizado por su formalidad, no habría dicho algo sin la autorización correspondiente. Le fue permitido decir incluso que se investiga a la familia del Gobernador Javier Duarte. Cierto es que "investigación" no significa culpabilidad automática, pero sí logra mantener vigente el tema en la agenda mediática nacional.
Se me ha informado que a decir de quienes deciden, en el caso "Veracruz" no habrá impunidad y tendrán que rodar algunas cabezas, esté o no entre ellas la del Gobernador Duarte de Ochoa. El caso de las empresas "fantasma" deberá entregar, cuando menos, dos culpables de los cinco funcionarios investigados, por tratarse de una presunta red de complicidades.
De igual manera, también se me ha comentado que antes de que termine el 2016, habrá señalamientos puntuales por enriquecimiento ilícito sobre algunos funcionarios veracruzanos, cuyas inexplicables riquezas no necesariamente están relacionadas con las empresas "fachada".
Pareciera que la artillería pesada se viene para Veracruz, las señales son claras, relacionadas y consecutivas:
Primero, la "ventilada" de la PGR al impedir que los gobiernos presuntamente "bribones", se protegieran a través de sus Congresos; segundo, que el CEN del PRI retirara a sus Comisiones de Justicia Estatales la responsabilidad de investigar a los Duarte, Borge y Medina, con el afán de quitarles a los mandatarios personajes afines; tercero, la distancia pública mostrada por Peña Nieto, en especial con el Mandatario de Veracruz.
Antes de diciembre habrá acciones claras, sean éstas exculpar a los gobernadores de todo lo que se ha dicho en su contra, o bien, aplastarlos con el Sistema Nacional Anticorrupción, exhibirlos a través del SAT, y por ende, lincharlos mediáticamente. La decisión sigue estando en Bucareli, San Lázaro y Los Pinos.
Por cierto, mucho se ha comentado en los últimos meses respecto a que Javier Duarte pedirá licencia al cargo de Gobernador. El rumor es real en Veracruz, se dice, se especula. Tanto el mismo cordobés como el Secretario de Gobierno, Flavino Ríos Alvarado, insisten en que el Ejecutivo Estatal permanecerá en su cargo hasta el 30 de noviembre. También decían que Miguel Yunes no ganaría. Veremos.
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