Sin censura.
Mario Lozano Carbonell.
 

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El PEJE, ¿Otra vez?
2018-05-04

Analistas políticos han dicho que Calderón y Peña Nieto no ganaron las elecciones de los años 2006 y 2012, sino que Andrés Manuel las perdió.


Antes, como ahora, el fenómeno de López Obrador  encabezaba las encuestas hasta que el mismo, con declaraciones estridentes, destruyó lo que había construido.


De mecha corta, contesta a bote pronto siempre que lo provocan y esa ha sido su perdición.


Es el único en tres elecciones que ha sabido de que temas hablarle a las y a los mexicanos y que lenguaje utilizar para entregar el mensaje.


Ha sido tan eficaz, que en un México harto de la corrupción y la impunidad, así como de la inseguridad, lo único que quiere es un cambio radical, en donde se ha construido con inteligencia, una esperanza que ha sido muy bien vendida por parte de la campaña de morena.


Sin embargo, una vez más, parece que Andrés Manuel intenta dinamitar su ventaja frente a los adversarios. Ha vuelto a la declaración que lo lleva a pelear con sectores estratégicos del país y a entregarle a sus competidores en bandeja de plata, carnita para convertirla en percepciones que lleven a re pensar el voto a favor de la causa morenista.


Ayer el Consejo Mexicano de Negocios publicó un desplegado en medios nacionales titulado “Así no”, dirigido a Andrés Manuel, reclamándole por lanzar diatribas en contra de varios de sus integrantes, por cierto en Zongolica, al advertir que intentan negociar voto útil a favor de Anaya.


López Obrador les respondió que estos empresarios han sido responsables de  la tragedia nacional.


Así no se puede. No puede pelearse con el sector que genera la estabilidad económica del país. Esas son las actitudes que venden mucho con algunos sectores de la población, pero que generan animadversión en otros que también deciden.


Pareciera que estamos viendo la misma película de las dos elecciones pasadas. A lo mejor creen que son inalcanzables en la intención de voto porque unas encuestas lo dicen. Pero pueden estar equivocados y una vez más, dilapidar lo ganado en un discurso de hígado.


Veremos si Andrés Manuel se serena o se empeña, como antes, en tirar lo que tanto trabajo ha construido. . Faltan dos meses de campaña y dos debates. La estrategia debería ser cuidar lo ganado.

 
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