Este tema y el de las pensiones a los ex presidentes han dominado el debate mediático en las tres primeras semanas de campaña.
Se ha convertido en una ola de reacciones y ninguna propuesta de temas que nos beneficien a los mexicanos y mexicanas.
Así que el primer debate sin duda será fundamental para saber si el 24 por ciento de indecisos de este país se inclina por Anaya o por Meade o de plano salen vencidos desde ahora.
Es claro que la estrategia de comunicación política ha fallado, en el sentido de que no se le está entregando a los mexicanos el mensaje que desean escuchar y de seguir así, López Obrador les seguirá ganando, mientras pasan las semanas y se consolida una percepción de que nada podrá arrebatarle el triunfo de manera legítima.
Y la verdad es que la campaña de Meade no se entiende. Han pasado los primeros 21 días de la campaña y en Veracruz apenas presentaron al equipo que hará trabajos de proselitismo a favor del candidato del PRI.
Cómo pretenden revertir en el corto plazo la enorme diferencia de preferencia electoral si apenas se están acomodando.
Habrá que estar muy pendientes del debate, puede ser definitivo. |