En ese sufragio que permita el paso a “López”, como lo llaman sus defenestradores, a la Presidencia, pero que la ciudadanía veracruzana se decida o sea inducida a una tercera vía que podría ser Miguel Angel Yunes Márquez o Pepe Yunes.
Y será en esta semana, el próximo sábado, en el marco del primer debate veracruzano –previa visita inesperada mañana lunes del presidente Peña Nieto- cuando el elector esté en posibilidades reales de decidir por dónde se irá.
El debate y la visita presidencial, puntos de quiebre.
5 millones 800 mil electores en número cerrados acudirán a las urnas el próximo primero de julio ya con una decisión en la mente luego de observar cómo los candidatos se han colocado en su justo medio.
Ni Pepe está tan en el suelo con tristes 12 puntos porcentuales, ni Miguel Angel Yunes por las nubes con 32 puntos o Cuitláhuac hasta arriba con 34 de porcentaje tal como fueron colocados semanas atrás por las encuestas “patito” que a estas alturas ni confunden ni convencen.
Los tres cierran con apretados puntos porcentuales –entre 150 mil y 230 mil votos de diferencia entre cada uno- lo cual augura una final muy peleada o una disputa en tribunales.
Los tres cierran en el ánimo ciudadano en donde la diferencia podría darse de dos maneras: negociada bajo la mesa o en la decisión electoral.
En una primera instancia será el primer debate entre ellos a sucederse en Boca del Río el próximo sábado cuando se defina la recta final. Previsiblemente será un debate acierto error en donde el que se enoje pierde o, como sucedió en el debate presidencial, quien se atarante –como el Peje- pierda ganando.
Para el nuestro –nuestro debate- quien se ve con más empaque es Pepe Yunes: es tribuno, sabe debatir y tiene la experiencia legislativa y hechos que lo avalan ante la ciudadanía.
Miguel Angel Yunes Márquez, sin embargo, trae las armas de su padre escondidas bajo el brazo. Es muy carismático. De familia joven muy integrada y con el aval de haber transformado a su pueblo, Boca del Río, en un paraíso.
Si no pierde los estribos o empieza a gritonear se lo lleva.
Y Cuitláhuac al conjuro de su padre putativo, Andrés Manuel, con solo armonizar sus ideas y nadar de a muertito se la lleva. Es muy corto de lenguaje, poco ágil para las respuestas en la impronta y proclive a enseñar cartoncitos con cifras y fotos alusivas al gobernador que en nada abonarán a lo que verdaderamente se pretende.
Con unas tarjetas informativas bien estructuradas de acuerdo a los temas seguridad, bienestar social y empleo y no hacer caso a eventuales ataques de Yunes Márquez gana el debate y la gubernatura por ser cabeza de grupo.
Ese es pues, el primer escenario en momentos en que los tres recorren desaforadamente las plazas bajo su dominio. Los tres auxiliados por sus tutores.
Cuitláhuac de la mano del Peje recorriendo los enclaves panistas ubicados en el norte y centro del estado echando pleito, advirtiendo y prometiendo.
Mientras Miguel Angel, el papá, tejiendo fino por abajo. Como le gusta. Operando al más rancio estilo priista. Comprando. Comprometiendo. Sacando los ahorros –de él y sus aliados- y amedrentando.
Y Pepe, con el aval federal y del brazo de su tocayo, Pepe Meade, anda a la cosecha de lo sembrado, recordando a la gente lo que ha hecho y lo que puede hacer. Siempre en la concordia. Siempre en la caballerosidad. Siempre en el convencimiento.
Ese, insisto, es el primer escenario del debate ya que el segundo punto de quiebre está en la visita presidencial mañana lunes 14 de mayo so pretexto de supervisar las obras portuarias del nuevo Veracruz.
Enrique Peña Nieto habrá de encontrarse por última vez, antes de la jornada electoral, con el gobernador Miguel Angel Yunes Linares con quien se presume trae un plan ranchero para atajar a Morena a como dé lugar.
¿Mito, realidad?
No se cree que el primer priista venga a supervisar nada. Viene a hablar de política. De hechos y realidades. De estrategias y pactos. De compromisos y garantía de plazas.
Que le puede ofrecer al gobernador Miguel Angel Yunes Linares, es la pregunta obligada.
Acaso impunidad de cara a la “Carpeta Azul” que el Peje le tiene guardadita. EPN no termina sino hasta diciembre y le puede dar el salvoconducto. O ¿acaso la plaza para su hijo Miguel Angel con tal de atajar a Morena en Veracruz? O ¿Tal vez que le entregue el bastión para Pepe Yunes y Pepe Meade en garantía de un futuro promisorio para él y sus hijos?
Conclusión:
Esta semana, en el marco de la visita presidencial y el primer debate entre Miguel, Cuitláhuac y Pepe se decide el futuro de Veracruz.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo |